La NASA tiene todo a punto para el lanzamiento este sábado de la nave InSight, un módulo aterrizador que se posará siete meses después en Marte con el objetivo de analizar sus capas más profundas y los llamados marsquakes, sucesos sísmicos similares a los terremotos terrestres. Mientras que otras misiones se han volcado en la atmósfera y en la superficie, Insight inaugura la era de la exploración geológica profunda.

«[El rover] analizará los signos vitales de Marte: su pulso (sismología), su temperatura (flujo de calor) y sus reflejos (radiociencia). Será el primer chequeo exhaustivo desde que el planeta se formó hace 4.500 millones de años», destaca en un comunicado la agencia espacial.

El lanzamiento del robot está programado para las 12.05 GMT del sábado, dos horas más en la España peninsular, desde la base área de Vandenberg, en California. Y, si no surgen contratiempos, la llegada a Marte se producirá el próximo 26 de noviembre tras un recorrido de unos 485 millones de kilómetros. La vita útil en el lugar de aterrizaje, en la región de Elysion Planitia, se estima en dos años. El despegue estaba programado para marzo del 2016, pero la NASA lo suspendió debido a problemas técnicos en su principal herramienta científica, el sismógrafo SEIS.

MISMOS MATERIALES / «Nuestro planeta y Marte fueron moldeados a partir de los mismos materiales primordiales, pero luego se volvieron diferentes. ¿Por qué no compartieron el mismo destino?», se pregunta la NASA. Al comparar el interior de la Tierra con el de su planeta vecino, los investigadores esperan tener una mejor comprensión de nuestro sistema solar. «Lo que aprendan podría ayudar a buscar exoplanetas similares a la Tierra y a determinar cuáles podrían sustentar vida -prosigue la agencia-. InSight es una misión a Marte, pero es mucho más que una misión a Marte».

Uno de los aspectos más destacados de InSight es que tratará de captar los sorprendentes marsquakes o martemotos. La NASA no ha intentado hacer este tipo de ciencia desde las misiones Viking, en los años 70 del pasado siglo, que ya iban equipados con sismómetros situados en su parte superior. El de InSight, en cambio, se colocará directamente sobre la superficie marciana, lo que proporcionará datos mucho más precisos. Los científicos han observado diversas evidencias que sugieren que Marte sufre temblores. Pero a diferencia de los terremotos terrestres, causados principalmente por las placas tectónicas en movimiento, los marsquakes estarían causados ?presuntamente ?por otros tipos de actividad, como el vulcanismo y las grietas que se forman en la corteza del planeta. Además, los impactos de meteoritos también pueden crear ondas sísmicas.

«Cada marsquake será como un reflejo que ilumina la estructura del interior del planeta», destaca poéticamente la NASA. Al estudiar cómo las ondas sísmicas pasan a través de las diferentes capas del planeta (la corteza, el manto y el núcleo), los científicos pueden deducir de qué están compuestas. «La sismología es como tomar una radiografía del interior de Marte», insiste. Los científicos confían en captar entre una docena y cien terremotos en el transcurso de los dos años de misión.

Los cometidos de InSight no concluyen allí. Marte es hogar de algunas características volcánicas impresionantes. Eso incluye a Tharsis, una meseta con algunos de los mayores volcanes del Sistema Solar. «El calor que escapa de las profundidades del planeta conduce a la formación de estas características. El robot incluye una sonda de calor autocomprimible que excavará hasta cinco metros en el suelo marciano para medir el flujo de calor del interior del planeta. «Al combinar la velocidad del flujo de calor con otros datos de InSight, se revelará cómo la energía dentro del planeta genera cambios en la superficie», dice la agencia espacial.

Además, a bordo de la misma nave viaja otro experimento llamado Mars Cube One (MarCO) que consiste en dos mininaves espaciales diseñadas para probar nuevas capacidades de comunicación y navegación para futuras misiones. «Su objetivo es probar nuevos equipos miniaturizados de comunicación en el espacio profundo -concluye la NASA-. Si los MarCO logran llegar a Marte, pueden retransmitir datos de InSight a medida que ingresan a la atmósfera y las tierras marcianas».

SALIDA DESDE CALIFORNIA / InSight será la primera misión estadounidense de ámbito interplanetario que parte desde la costa oeste. Lo habitual es lanzarlos desde Cabo Cañaveral, en Florida, en dirección este -hacia el mar, para evitar problemas de caídas accidentales- y así aprovechar el empuje de la rotación terrestre. Sin embargo, InSight partirá desde la base aérea de Vandenberg, en California. El motivo es que el cohete encargado del lanzamiento, el Atlas V-401, es lo suficientemente potente como para volar hacia el sur, en dirección al mar, lo que aumenta la disponibilidad horaria. Si no fuera posible el despegue mañana, hay margen para reprogramar la misión hasta el 8 de junio.

La elección del punto de aterrizaje no ha sido casual. Elysium Planitia fue cuidadosamente seleccionada por su seguridad (cerca del ecuador en una región sin grandes desniveles) y por su acceso a la luz solar (sin colinas ni rocas dispersas que frenen la radiación). La NASA da por hecho que la cámara del largo brazo robótico de la nave captará fotos panorámicas de aspecto muy monocorde. Los destinos alternativos de Isidis Planitia y Valles Marineris se desecharon por ser demasiado ventosos.