El célebre actor francés Gérard Depardieu dejó atónitos a los pasajeros de un vuelo de Citijet, filial regional de Air France-KLM, al orinar la noche del martes en estado de embriaguez en el pasillo de un avión con destino a Dublín, ha explicado una pasajera a la emisora francesa Europe 1.

Según su versión, el actor quiso acceder al baño durante la fase de despegue, y al negarle el paso la azafata por razones de seguridad, Depardieu se bajó la bragueta y orinó sobre la moqueta del avión. "Quiero mear, quiero mear", insistió el intérprete de 62 años antes de ejecutar la acción en el vuelo AF 5010, que cubría la ruta París-Dublín con 127 pasajeros a bordo.

La azafata conminó al ganador de un César por su papel en Cyrano de Bergerac a esperar un cuarto de hora a que el avión hubiese despegado: "El baño está cerrado, no puedo ayudarle", explicó, según el testimonio. "No puedo esperar", respondió Depardieu, que sorprendió a los presentes con su gesto, pero que no se llevó ninguna reprimenda y volvió a sentarse en su asiento. Todo transcurrió, según la pasajera, "sin una mala palabra, con la mayor cortesía".

Dos horas de retraso

La compañía aérea confirmó que en ese vuelo hubo "un incidente" protagonizado por el actor, pero no quiso aportar más detalles sobre el mismo, que según la emisora ocasionó un retraso de dos horas ya que el avión, que debía despegar a las 18.45, hora española, tuvo que dar media vuelta para limpiar la moqueta.

Depardieu, que se dio a conocer en Estados Unidos con el filme Matrimonio de conveniencia, junto a Andie MacDowell, es uno de los actores mejor pagados de Francia, con 2,7 millones de dólares (unos 1,9 millones de euros) ingresados el año pasado, según una clasificación del diario Le Figaro.

El actor mantiene un fuerte ritmo de trabajo, con cinco largometrajes en 2010 y una decena de proyectos previstos, entre ellos el de encarnar por tercera vez a Obélix, en Astérix et Obélix: God Save Britannia.