El estadounidense Terry Gilliam y el polaco Krzysztof Zanussi presentaron ayer The Brothers Grimm y Persona non grata , dos correctos filmes con los que respectivamente optan al máximo galardón de la Mostra: el León de Oro.

Mientras la cinta de Gilliam aparece como un cuento de hadas para adultos con corazón de niño, la película de Zanussi es un drama psicológico cuyo protagonista sufre obsesiones que se acercan a los delirios paranoides.

The Brothers Grimm narra la historia de los famosos cuentistas travestidos en pícaros estafadores que ganan dinero aprovechándose de las supersticiones y credulidad de la gente de la época.

Como en un juego de espejos, los Grimm se inspiran en sus cuentos para hacerlos realidad. Se disfrazan de dragones, aterrorizan un pueblo, se presentan bajo su aspecto normal como salvadores, derrotan a los monstruos y reciben una gruesa cantidad de dinero de los habitantes agradecidos.

Dan vida a los hermanos Grimm Matt Damon y el actualmente popular Heath Ledger (que en este festival protagoniza, con variada fortuna, nada menos que tres filmes).

Terry Gilliam comenzó a ser conocido a partir de 1969 como elúnico estadounidense de la serie televisiva británica Monty Python´s Flying Circus .

ZANUSSI VUELVE Zanussi, maestro del cine polaco, vuelve a la dirección después de una pausa de tres años con la historia de un embajador de Varsovia en Montevideo que, tras el fallecimiento de su mujer, comienza a obsesionarse con ideas paranoicas.

Mientras se da a la bebida, sospecha primero que su esposa lo engañaba y luego que alguien lo espía en las oficinas de la legación y en su propia residencia.

La cinta es un "thriller" psicológico con una estructura simple y sin mayores pretensiones, cuya progresión dramática falla en algunas ocasiones.

Lo mejor de la cinta son las interpretaciones de los polacos Zbigniew Zapasiewicz y Daniel Olbrychski y del director ruso Nikita Mijalkov.

"El personaje del embajador es un idealista -aseguró Zanussi- que gastó sus primeros años en la defensa de la libertad de su patria. Ahora, ya funcionario, se siente desilusionado porque la realidad no se adapta a sus intereses y expectativas".

El último filme que rodó el director polaco, nacido en Varsovia en 1939, fue Suplement en 2002.