Una vez más, Cáceres triunfó y se convirtió anoche en cuna del glamour y la cultura, de la mano de la Diputación Provincial de Cáceres, que ha sabido darle a sus premios anuales la categoría y altura que realmente siempre merecieron. Una gala con todos los ingredientes para el éxito deleitó a los cacereños. Y en ella, las piernas kilométricas enfundadas en un pantalón blanco de una Ana García Siñeriz, la periodista de Canal +, que actuó de perfecta anfitriona al presentar una ceremonia en la que, de nuevo, volvió a ejercer de periodista.

También vimos a Queca Campillo, con traje negro y botines rojos, que recordó con nostalgia su pasado cacereño y que con su buen humor dejó en nuestra memoria la mejor de sus fotografías. Y tampoco faltó Almudena Grandes, escritora que dió empaque a la gala y que describió con maestría los misterios y el valor de la literatura. Y junto a ellas Carlos Carnicero, otro periodista, que habló de las fronteras, de los inmigrantes y de la injusticia de las pateras.

Todos ellos, destacados representantes de los jurados de los premios de la diputación, que deleitó a sus invitados con un magnífico almuerzo, cuidado al detalle, en el restaurante Torre de Sande y que volvió a dejar constancia de la belleza monumental de Cáceres.

Y en esto llegó la noche, y llegó Carmen París. Aburridos de tanta Operación triunfo , de tanto márketing y divo inventado, apareció la chiquita aragonesa en el Complejo Cultural San Francisco. Que se quiten las raftas de Beth y se pongan las de Carmen París.