España ya supera los 359.000 casos desde el inicio de la pandemia, y se sitúa en el 10º país del mundo después de Irán, con Aragón y Madrid a la cabeza seguidos por Cataluña. Aunque Fernando Simón aseguró que las medidas tomadas en Aragón y Cataluña permitían pensar en una situación bajo control, el número de casos diagnosticados en Madrid por 100.000 habitantes en los últimos siete días supera el doble a los de Cataluña, y dispara los contagios en toda España. Los últimos cribados de población permiten afirmar que la mayoría de los contagios detectados son asintomáticos y en personas jóvenes, aunque apuntan brotes en residencias de personas mayores. Es lógico que las sociedades científicas estén preocupadas, pero para gobernar bien se necesitan datos, que permitan saber dónde y cómo actuar. Y los datos recogidos por las últimas pruebas de PCR nos confirman cifras de casi 70% de asintomáticos entre los positivos. Lo que hace necesario nuevas estrategias de detección y coordinación.

Ya fue un primer paso positivo el acuerdo del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, convocada por el ministro Salvador Illa, el pasado 14 de agosto, en la que se acordaron medidas, sobre ocio, restauración, limitación de encuentros y realización de pruebas PCR similares para todas las comunidades autónomas. Continuando las prácticas de gobierno compartido federal. Hemos pasado de culpar al vecino, y de la critica sin pausa, a la elaboración de propuestas compartidas.

La misma actitud se necesita ante el nuevo curso escolar. Lo esencial es la coordinación con todas las partes implicadas, escuchar las recomendaciones y adaptarse a ellas y a las necesidades educativas de la manera más coherente posible. En Cataluña familias y comunidad educativa piden menos de 25 a 30 alumnos por aula, pero los departamentos de salud y educación entran contradicción entre Josep Bargalló y Josep Maria Argimon. Se necesita tomar medidas claras, y reducir las clases lo máximo posible, aumentando el numero de profesorado. Aquí también necesitamos propuestas compartidas.

Y en la línea de un propuesta global, Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, anunció ya en marzo que trabajaba con la comunidad digital para ofrecer soluciones para combatir la pandemia. Este trabajo se ha concretado en la presentación de Radar Covid. Una buena iniciativa para el rastreo de contagios de coronavirus impulsada por el Gobierno de España con 13 comunidades autónomas que están en el proceso de puesta en marcha de la aplicación. Solo un 20% de la población descargando la aplicación frenaría la pandemia en un 30%, y a partir de aquí se multiplicaría el efecto de forma lineal. Solo Alemania lo ha conseguido en la UE. De las sociedades científicas también deberían llover propuestas, además de alarmas, y a largo plazo medidas que puedan mejorar la inmunidad de la población, ya que la pandemia del covid-19 no será la última a la que se deberá enfrentar la humanidad en el siglo XXI. H