El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, anunció ayer en Palma que el Consejo de Ministros dará vía libre hoy al sellado definitivo del almacén subterráneo de gas Castor. El jefe del Ejecutivo confirmó así lo que ya admitían hace unos días fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica, que estaba muy avanzado el expediente sobre el futuro de este almacén subterráneo de gas situado frente a las costas de Vinaroz (Castellón), que implicará su sellado definitivo.

Sánchez insistió, en un mitin político celebrado por la mañana en la capital balear, en la necesidad de que a partir del 10-N España tenga un Gobierno fuerte para continuar impulsando la transición ecológica.

En este contexto, anunció el acuerdo para el sellado del almacén submarino, cuya construcción originó una fuerte actividad sísmica en el litoral, entre el delta del Ebro y el norte de la ciudad de Castellón.

Hasta ahora, y tras los terremotos registrados, la plataforma de gas se ha encontrado en situación técnica de hibernación. Desde entonces, las entidades territoriales y los partidos catalanes han estado reclamando el cierre definitivo. Actualmente, los pozos tienen un sellado temporal con tapones provisionales cuya vida en condiciones de seguridad se estima en cuatro años. Dado que se instalaron en marzo del 2016, deberían renovarse en el 2020.

OBRA COMPLEJA / La ministra Teresa Ribera ya anunció a finales del pasado mes de noviembre que su intención era no reactivar la instalación. «Es bastante obvio que no hay que recuperar este almacén. Somos bastante escépticos sobre que sea necesario invertir en nuevas instalaciones de gas», advirtió entonces. La reactivación del Castor es inviable, reiteró la ministra en febrero pasado en el Senado, porque «podría causar seísmos de una magnitud superior a los registrados anteriormente» (grado 4), según el estudio del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), y «no es necesario para el sistema gasista».

El método por el que se sellarán los pozos de modo definitivo está bastante definido a partir de los estudios hechos por Enagás. Los tapones provisionales se sustituirán por unos definitivos de hormigón a diversos niveles de profundidad. También se limpiarán las tuberías. La obra es tan compleja que se calcula que los trabajos durarán tres años. El coste tampoco es pequeño: unos 60 millones de euros.

En el ámbito judicial, el juzgado número 4 de Vinaroz acordó el pasado día 16 procesar a dos directivos de la adjudicataria del proyecto Castor, así como a la propia empresa, Escal UGS (participada en un 66,7% por ACS, de Florentino Pérez), por delito ambiental al haber inyectado gas en el almacén submarino pese a ser conscientes «de la potencial peligrosidad sísmica que podía acarrear».