El Gobierno central tendrá listo "en uno o dos días" un informe que determinará si las últimas lluvias son suficientes para derogar el trasvase del Ebro a Barcelona, una medida que está provocando nuevas disensiones entre los partidos que integran el ejecutivo catalán.

En medio de este debate, el gobierno de Aragón anunció ayer que recurrirá el decreto de sequía de Cataluña, que deja en manos de la Generalitat delimitar el umbral de emergencia, por entender que "subjetiviza" lo que es sequía o no, en un claro "abuso de poder".

Las abundantes precipitaciones que han caído en las últimas semanas en Cataluña han aumentado hasta el 44,2% el nivel de los embalses de las cuencas internas, una recuperación que, según la Generalitat, sigue siendo insuficiente y hace que se mantenga la situación de alerta por la sequía.

El portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, ha avanzado que el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino conocerá en un par de días la situación exacta de los pantanos catalanes, lo que permitirá adoptar una decisión sobre la conveniencia o no de la ejecución del trasvase.

El gobierno catalán ha valorado muy positivamente las lluvias caídas en los últimos días, pero ha decidido mantener el decreto de sequía en vigor, así como todas las medidas excepcionales adoptadas para afrontar la falta de agua, y no pedirá que se reconsidere el proyecto sobre el minitrasvase del Ebro.

"La Generalitat tiene la competencia exclusiva de determinar lo que se tiene que hacer en cada momento", ha reivindicado el conseller de Medio Ambiente, Francesc Baltasar, que ha subrayado que, por ahora, se mantiene la situación de alerta.

Entre tanto, entre los partidos que apoyan al gobierno catalán siguen apareciendo voces discordantes. El portavoz de ERC en el Congreso, Joan Ridao, ha pedido al Gobierno que derogue el real decreto de medidas excepcionales sobre la sequía, ya que "no se dan en este momento las razones de necesidad que llevaron a su aprobación".

En cambio, desde ICV, tanto el exconseller de Medio Ambiente, Salvador Milà, como la segunda teniente de alcalde de Barcelona, Imma Mayol, se han mostrado partidarios de la prolongación del minitrasvase, siempre y cuando sea reversible y permita llevar agua hasta Tarragona.

Ante esta divergencia, el vicepresidente catalán, Josep Lluís Carod-Rovira, reclamó ayer en la reunión del gobierno catalán que éste aclare su posición sobre si debe seguir adelante el decreto que permite prolongar hasta Barcelona agua del Ebro, según fuentes del ejecutivo.

INNECESARIO Desde el gobierno de Cataluña han apuntado que Baltasar, no ha querido concretar en la reunión a partir de qué porcentaje de reservas de agua en los embalases sería innecesario el decreto, pese a ser requerido por el conseller de Interior, Joan Saura. Desde la oposición, CiU ha pedido al presidente catalán, José Montilla, que "ponga orden" ante este desbarajuste, mientras que el PPC no quiere que se traiga más agua en barcos.

Mientras, en la cuenca del Ebro, las últimas precipitaciones han provocado la crecida del río a su paso por Miravet (Tarragona), donde la pasada madrugada se inundó el barrio antiguo. El importante caudal que registra el Ebro en su tramo final también ha empezado a inundar los campos de cultivo más próximos al cauce del río en Tortosa.