El balance de la evolución de la epidemia dejó ayer noticias preocupantes. Por tercer día consecutivo, se produjo un ligero repunte tanto en el número de fallecidos como en el de contagiados, que el Ministerio de Sanidad está analizando si se debe a las ondulaciones habituales en la contención de la epidemia o si «tiene alguna otra cosa de fondo», tal y como explicó el director del centro de emergencias sanitarias, Fernando Simón. Por ello, Illa abordará hoy con las autonomías las peticiones que han realizado la Comunidad de Madrid y la Generalitat de Cataluña para que sea obligatorio el uso de mascarilla en los espacios cerrados. El Gobierno estudia las propuestas para aliviar el confinamientos de las cinco comunidades autónomas que todavía tienen territorios en la fase 0 del plan de desescalada, así como de la Comunidad de Madrid para que toda la región pase a fase 1 y de Canarias y Baleares para que algunas islas se adelanten en el paso a la fase 2.

A principios de semana, Sanidad descartó que las salidas de los niños, que comenzaron el 26 de abril, se hayan traducido en un repunte de casos. Pero a esta medida se añadió el 2 de mayo el permiso para salir a pasear y hacer deporte, lo que ha poblado las calles de las grandes ciudades. Habrá que esperar a los próximos días, dado el periodo de incubación de 14 días y los retrasos en las notificaciones, para saber si efectivamente esta relajación se ha traducido en un incremento de casos. Y más aún habrá que aguardar, al menos 15 días, a saber qué efectos tiene en la epidemia que algunas regiones hayan pasado a la fase 1. Además, hoy se conocerá qué nuevos territorios escalan.

En concreto, el número de contagiados creció ayer un 0,2%, con 506 nuevos casos, 67 más que el miércoles y 80 más que el martes, día en el que este indicador abandonó la tendencia a la baja. Si bien, hace una semana se registraron 1.000 nuevos infectados, con lo que el cómputo sigue muy por debajo de las cifras alcanzadas solo unas jornadas atrás. Por ello, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, consideró que España «va por el buen camino», dado que hace dos meses, cuando se aprobó el decreto del estado de alarma, los contagios crecían a un ritmo del 35% y ahora ese dato es de un 0,2%. Aun así, pidió «mantener la prudencia porque todavía quedan momentos difíciles». De hecho, el balance de Sanidad recogía ayer 217 fallecidos en 24 horas, 33 más que el miércoles y 41 más que el martes.

Los datos preliminares del estudio de seroprevalencia indican que solo un 5% de los españoles tienen anticuerpos contra el coronavirus, y por ello la desescalada debe de ser «progresiva» y con una «vigilancia extrema sobre los nuevos casos», al tiempo que la población tiene que seguir las indicaciones. Ni España ni otros países tienen todavía claro si estas personas son capaces de llegar a transmitir la enfermedad.