En Alemania, el accidente del Tupolev 154 ha activado los mecanismos para cambiar las medidas de seguridad en los viajes de los altos cargos del país. Hasta el momento, no hay una directriz que limite el número de miembros del Gobierno o de la cúpula militar que pueden viajar en el mismo avión. Sin embargo, un portavoz gubernamental dice que van a "reflexionar sobre ello", después de que los medios informaran de que en los desplazamientos para consultas bilaterales con países vecinos la cancillera suele compartir un Airbus con su consejo de ministros en pleno. "A partir de ahora, probablemente, mandaremos tres Challenger", aseguró el portavoz. La seguridad de la flota la asumen las fuerzas aéreas y está integrada por distintos modelos de Airbus. Después de varios sustos durante el Gobierno de Verdes y socialdemócratas, se renovó parte de los aparatos. PAOLA ALVAREZ