Decidido a rentabilizar ante los gallegos el plan de reactivación de Galicia que acababa de aprobar, ayer Aznar no quiso polemizar con los 422 científicos españoles que en una carta abierta publicada en la revista Science han acusado al Gobierno de agravar el desastre al alejar el petrolero de la costa y atribuir esa decisión al consejo de la comunidad científica, sin ser ello cierto.

El presidente hizo oídos sordos a los reproches de los científicos y alegó que "ésa es la diferencia" entre las autoridades y los expertos: que las primeras tienen que tomar decisiones.