Los medicamentos que no precisan receta podrán comprarse a través de internet o por correo, pero siempre con la intervención en el proceso de un farmacéutico y desde una farmacia. Esta es una de las principales novedades de la ley del medicamento aprobada ayer por el Consejo de Ministros y que tiene entre sus objetivos fomentar el uso racional de los fármacos y reforzar las garantías en materia de calidad y seguridad de los medicamentos.

La norma, que será remitida al Congreso de los Diputados con el objetivo de que entre en vigor a mediados del 2006, prevé medidas para racionalizar el gasto público. La ministra de Sanidad, Elena Salgado, cuantificó en 1.000 millones de euros el ahorro previsto durante el primer año de aplicación y en más de 1.500 hasta el 2008.

REBAJAS La venta a través de la red de medicamentos sin receta o especialidades farmacéuticas publicitarias fue propuesta por el Consejo de Estado a petición de este sector, según destacó Salgado. Estos fármacos, que pueden anunciarse en medios de comunicación generales, movieron el año pasado en España 508 millones de euros, un 5% de la venta general de medicamentos. No los subvenciona la Seguridad Social. Los más vendidos son los analgésicos, antigripales y dermatológicos.

La ley establece una rebaja del 20% en el precio de aquellos fármacos que pasados 10 años (es decir con patente expirada) cuenten con un genérico de menor precio en la Unión Europea. Actualmente hay 350 fármacos expirados en los que el sector de genéricos no ha entrado en ningún país, porque su producción es compleja o su margen de beneficios es estrecho.

El proyecto recupera el sistema de fijar un precio máximo subvencionado para los medicamentos con más de 10 años en el mercado y para los que exista un genérico. El cálculo del precio se hará tomando los tres productos más baratos comercializados de cada grupo de medicamentos con la misma composición.

Salgado recalcó que la norma establecerá una financiación selectiva de los nuevos medicamentos que aparezcan en el mercado y, en consecuencia, el Sistema Nacional de Salud (SNS) sólo financiará aquellos que incorporan mejoras reales a las ya existentes en otras prestaciones farmacéuticas. La ministra recordó que el SNS ha aprobado más de 10.000 prestaciones farmacéuticas, mientras que los sistemas de otros países europeos financian menos de 6.000.

La nueva ley será más restrictiva con las innovaciones y, de hecho, dejará fuera de esta categoría a un centenar de medicamentos con marca que se venden actualmente. Se trata de combinaciones de un fármaco con patente expirada con otros o de versiones que facilitan una administración más cómoda.

APOYO A LOS GENERICOS También explicó que el proyecto mantiene las aportaciones que la industria farmacéutica hace para la investigación biomédica española y la formación de profesionales sanitarios. "Es razonable esta aportación, ya que el SNS es su principal comprador, con más del 90% del total de su producción", subrayó Salgado. El nuevo texto incluye una reducción del 35% a las empresas que realicen sus investigaciones en España de manera conjunta.

La ley incluye medidas para apoyar el mercado de genéricos, que ahora apenas suponen el 6% del gasto farmacéutico. Una de las más novedosas, pedida por los fabricantes, ha sido importada de EEUU y se conoce como cláusula Bolar. Permitirá que los genéricos estén en el mercado un día después de que expire la patente, según Salgado, porque permite a los fabricantes de genéricos pedir los permisos y preparar los procesos de producción dos años antes de que concluya la patente.