La vicepresidenta del Ejecutivo, Teresa Fernández de la Vega, insistió ayer en que la futura ley para reformar RTVE "da carpetazo definitivo a la televisión controlada por el Gobierno". En su opinión, la norma pone "punto final a una TVE de partido". Así lo explicó en la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros, que dio el visto bueno a un paquete de medidas para modernizar el sector audiovisual.

El ministro de Industria, José Montilla, explicó que la concesión de un nuevo canal privado analógico con cobertura del 70% de la población "favorece la competencia y también los intereses de los ciudadanos". La cadena se sumará a las tres que ya existen, Antena 3, Tele 5 y Canal +. El operador será elegido a través de un concurso, según explicó el ministro.

Las reacciones al ambicioso plan de reforma audiovisual --que también incluye las pautas para afrontar la transición a la televisión digital terrestre (TDT)-- no se hicieron esperar. Isabel Ugalde, consejera de RTVE a propuesta del PP, criticó que la reforma del Gobierno "no garantiza" la ausencia de nuevos déficits en la tele pública, cuyo director no será elegido por el Ejecutivo sino por el Parlamento. El proyecto, que todavía tiene que recibir el visto bueno del Congreso, hace desaparecer el ente RTVE y lo convierte en la Corporación RTVE, una sociedad anónima con capital estatal que ya no tendrá el aval ilimitado del Estado.

Respecto al nuevo canal analógico, el diputado de CiU Josep Antoni Duran Lleida mostró sus reticencias ya que, a su juicio, resulta "contradictorio" incluirlo en un plan de impulso a la tecnología digital. Duran Lleida también desconfió de la futura RTVE independiente del Ejecutivo. En su opinión, la televisión y la radio públicas seguirán "sometidas al control de los partidos". ERC calificó de "positivo" el plan.