El Consejo Interterritorial de Salud de este miércoles debe decidir si finalmente se adelanta el toque de queda a las ocho de la tarde pero pese al buen número de autonomías de distinto color político que lo piden, la decisión sigue en el aire. Ni el Gobierno ni el PP se han pronunciado claramente, pendientes cada uno la posición del adversario mientras la situación de la pandemia se agrava, con otro récord de contagios y la incidencia superando el listón de los 700 casos por 100.000 habitantes.

El Ejecutivo emite señales contradictorias. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, abrió la puerta a la ampliación del toque de queda en los últimos días, pero este martes, la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, volvió a la tesis inicial de la Moncloa: el actual decreto de alarma cuenta con medidas suficientes para doblegar la tercera ola y las autonomías deberían explotarlas antes de plantearse otras alternativas. “Las comunidades tienen amplias competencias. Una forma de trabajo que ha permitido doblegar dos veces la curva, requiere confiar en ella”, dijo Montero. “Hay todavía margen en el marco del decreto vigente. Tienen que explorarlo”, insistió.

El Congreso

El comienzo del toque de queda a las ocho de la tarde (ahora solo puede aplicarse como pronto a partir de las diez de la noche) requiere cambiar la actual norma, una modificación que tendría que aprobar el Consejo de Ministros y después ratificar el Congreso. El Ejecutivo no se opone del todo a esta medida, si bien no la considera imprescindible, pero primero quiere ver si existe consenso autonómico en torno a ella y, sobre todo, contar con el compromiso del PP de que la apoyará en la Cámara baja.

La dirección del PP nacional prefiere no apostar por ninguna de las dos estrategias contrapuestas que defienden las autonomías en las que gobiernan: una más proclive a las restricciones, con Castilla y León a la cabeza, y otra más liberal, que representa la Comunidad de Madrid. Isabel Díaz Ayuso rechazó de nuevo este martes cualquier adelanto del toque de queda, que ella rebajó hace unos días de la medianoche hasta las 23 horas. “Para arruinar más a la hostelería en España, conmigo que no cuenten”, afirmó.

Palabrería

Pablo Casado ha enviado ante los medios a su número dos, su secretario general, Teodoro García Egea, a dar una rueda de prensa en la que intentó disimular su falta de concreción con palabrería. Ante la insistencia de los periodistas al no obtener una respuesta clara sobre si el principal partido de la oposición apoya el toque de queda a las 20 horas o dar el poder a las comunidades para el confinamiento domiciliario, García Egea respondió que no tiene por qué aclararlo porque el PP “no está gobernando España”. “Estamos gobernando las comunidades autónomas”, continuó. Tampoco dio explicaciones de la incongruencia que supone exigir al Ejecutivo central un “plan nacional” mientras apoyan que sus comunidades pidan cada una lo que considere oportuno, dependiendo, concretó, de los informes que reciban de “salud pública”.

Esta estrategia de Casado le permite no enfrentarse a ninguna de sus comunidades antes del Consejo Interterritorial y mantener el choque con Sánchez, al que instaron a que comparezca en el Congreso por los “preocupantes” datos del covid-19.

El confinamiento

Las cinco autonomías que han reclamado la potestad de implantar confinamientos domiciliarios los pondrán también sobre la mesa pero sus posibilidades de éxito son nulas. "Algunas autonomías buscan que el Gobierno pague el precio económico y político de esa medida. Y no lo vamos a hacer”, señalan fuentes de Sanidad a EL PERIÓDICO. La posición del ministerio es que todavía queda mucho camino por recorrer antes de llegar al confinamiento. En especial, clausurar la hostelería, algo que ya han llevado a cabo estos días Valencia, Castilla y la Mancha y Baleares, y casi también Catalunya. Para dar ese paso, no es necesaria ninguna autorización del Gobierno. “Si un territorio hace todo lo que está en su mano, como cerrar los bares, después de un tiempo la situación no mejora y entonces reclama activar el confinamiento, lo estudiaríamos. Pero no ahora. Todavía tienen margen”, explican en Sanidad.

Las cifras

Las dudas sobre la medidas a adoptar contrastan con la contundencia de las cifras de contagios . Cada día marcan un nuevo récord. Los 34.241 nuevos casos notificados por el Ministerio de Sanidad podrían parecer pocos si se comparan con los más de 40.000 del pasado viernes, pero la comparación correcta es con otros martes, porque este día de la semana las notificaciones caen por efecto de los festivos anteriores. La semana pasada ya se alcanzó el máximo de contagios de toda la pandemia para un martes, 25.438, y éste ha marcado un nuevo récord con 34.241.

La incidencia se ha encaramado a los 719 casos, 25 más que el día anterior, con Extremadura por las nubes (más de 1.400). La ocupación de las camas hospitalarias (19,25%) y de las ucis (33,69%) ha superado ya el máximo alcanzado en noviembre durante la segunda.

Tras un mes de tercera ola, el aumento de contagios se empezó a reflejar la pasada semana en la estadística de fallecidos, con un total de 1.440. Era la cifra más alta desde la primera semana de septiembre. Este martes se han notificado 404 una sola jornada. Habrá que ver como acaba la semana pero las perspectivas son malas.