El escándalo generado cuando el alcalde de Vic (Barcelona) anunció, el pasado enero, que pretendía impedir el empadronamiento de los inmigrantes en situación irregular puso sobre la mesa un problema de fondo: la falta de un criterio claro y unificado sobre cómo comprobar que la persona que presenta la solicitud reside efectivamente en esa vivienda. El Gobierno, que sigue manteniendo que todo ciudadano, indocumentado o no, tiene el derecho y el deber de empadronarse donde vive, está dispuesto a "clarificar" varias cosas y, de paso, evitar situaciones de hacinamiento como la provocada por los llamados pisos patera.

Pese a que, tras la controversia de Vic, el Ejecutivo dio un portazo a debatir sobre inmigración y empadronamiento, como le reclamaron partidos como PP y CiU, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, admitió ayer públicamente que el Ejecutivo está trabajando en una reforma legislativa que ofrezca a los ayuntamientos una guía clara de cómo actuar.

LA CONFUSION Zapatero, sin embargo, contribuyó a generar una cierta confusión al enmarcar la nueva regulación en el despliegue de la recién aprobada ley de extranjería. Según expuso en el Congreso, se está impulsado "con rapidez" el reglamento de la ley, que deberá "clarificar algunas cosas y, desde luego, todo lo que afecta al padrón".

Esta respuesta sorprendió a los expertos e incluso a algunos miembros del Gobierno. Lo lógico, según fuentes del Ministerio de Trabajo e Inmigración, CiU o Comisiones Obreras, sería concretar las nuevas normas en la nueva ley del gobierno y la administración local, como así está tratando de perfilar el ministerio que dirige Manuel Chaves.

En este sentido, en el borrador del anteproyecto de esta última reforma señala que hay que dar una "mayor coherencia" a la realidad y las cifras que arroja el padrón, que además sirve para elaborar el censo. Para ello propone "evitar empadronamientos masivos en un domicilio". Fuentes del Ministerio de Administraciones Públicas subrayan que la iniciativa no solo obedece al intento de combatir los pisos patera sino también al propósito de evitar el fraude electoral.

EL RELEVO Por todo ello, es previsible que el reglamento de extranjería solo regule aspectos colaterales o complementarios. Además, en este ámbito se ha producido recientemente el relevo al frente de la secretaría de Estado, con lo que la regulación es probable que todavía esté en una fase preliminar. Uno de los detonantes de la problemática fue lo ocurrido en la localidad barcelonesa de Badalona y las situaciones de elevada tensión social que se produjeron en el 2007, con protestas vecinales por la sobreocupación de viviendas, llegándose a casos en los que decenas de personas ocupaban el mismo piso. Ya entonces las administraciones locales pidieron una regulación clara que les permitiera actuar.