Los marineros ya lo habían advertido. Sospechaban que había fuel en el fondo marino y que existían placas de hidrocarburo que viajaban sumergidas. "Sin duda es así", dijo ayer el vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, que también reconoció que hay dos grandes manchas en el lugar donde se hundió el Prestige .

"Hay manchas que estaban flotando y que ahora van por debajo y no se ven", añadió al ser preguntado por la preocupación de los pescadores de O Grove, que temen que hay una gran extensión de unas 22.000 toneladas que amenaza la ría de Arousa. "No se puede descartar ninguna posibilidad", apuntó Rajoy.

EXTENSION SIN CUANTIFICAR

Pero la amenaza no sólo está cerca de las costas. En el lugar del hundimiento del Prestige hay también una enorme extensión de fuel. Está a 240 kilómetros de la costa, de momento el viento la empuja hacia el suroeste y el Gobierno central no es capaz de cuantificarla. "Se trata de una mancha fragmentada en dos partes. Es grande, pero no sabría decir la extensión exacta", indicó el vicepresidente primero, que sí sabe, sin embargo, que está formada por "la mezcla de muchas cosas".

Un barco anticontaminación acudirá a la zona y empezará a trabajar cuando el tiempo lo permita. Otros dos buques franceses irán a Cantabria y otro a Portugal ante la aparición de manchas en esas costas.

El Nautile, el submarino francés que investiga los restos del Prestige, descubrió "un fluido en la zona de proa", según indicó ayer Rajoy, aunque es "difícil determinar la cantidad". El vicepresidente aún no sabe si el hidrocarburo llega o no a la superficie y dice que prefiere aguardar a los nuevos análisis. Expertos franceses, sin embargo, cuantificaron en 300 litros diarios lo que derrama el petrolero.

Pese a que parece claro que el fuel no se solidificará, tal y como aseguran los estudios realizados por técnicos franceses, y aunque también es evidente que hay derrames, como ha constatado el Nautile, el Gobierno sostiene que tomó sus decisiones "basándose en los criterios de solidificación que apuntaron nuestros expertos", afirmó Rajoy, que no contestó a la pregunta de cuánto fuel queda en el mar.

La Xunta asegura que se han recogido 16.000 toneladas pese a que el Gobierno nunca admitió más de 11.000 toneladas vertidas. La última estimación la hizo esta semana el conselleiro de Pesca, Emilio López Veiga, que dijo que se habría liberado "un tercio de la carga" (25.000 toneladas). Rajoy admitió ayer que el Gobierno no tiene ni idea de la cantidad que puede llegar a la costa.