El Gobierno ultima la constitución de un Centro de Inteligencia contra la Criminalidad Organizada, que será diseñando a semejanza del que ya existe para luchar contra el terrorismo. El organismo coordinará la información que manejan tanto el Cuerpo Nacional de Policía como la Guardia Civil y los agentes autonómicos respecto al blanqueo de dinero, el tráfico de personas, el narcotráfico y los robos violentos.

Los miembros de la nueva oficina estarán en permanente contacto con las policías de otros países. La prioridad de los agentes, según explicó ayer el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, será el litoral mediterráneo, donde solo en Catalunya se han cometido en lo que va de año 24 robos violentos en viviendas unifamiliares. Los sindicatos policiales aplaudieron la iniciativa al tiempo al que reclamaron "más medios".

El centro contra el crimen organizado fue anunciado la semana pasada por el titular del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. En su primera comparecencia en el Congreso de los Diputados, el ministro explicó que el futuro organismo --que ya existe en otros países como el Reino Unido-- actuará "bajo el principio de máxima disponibilidad de la información". Una vez que el centro esté en marcha, los distintos cuerpos policiales harán algo no muy habitual hasta ahora: intercambiar ficheros.

Ayer, en el Senado, el presidente esgrimió la creación del centro como muestra de que la seguridad ciudadana es una prioridad de la agenda política. "El Ejecutivo es plenamente consciente de que, después del terrorismo, el crimen organizado es el mayor riesgo para nuestra seguridad", destacó.

Otro argumento esgrimido por el presidente fue la "eficacia policial". El año pasado, detalló, 3.925 personas fueron detenidas por cometer delitos relacionados con el crimen organizado.

"Realizaremos el máximo esfuerzo --concluyó-- para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos vivan donde vivan".

Sus argumentos no debieron convencer mucho al senador de CiU Pere Macias, que invitó al presidente a abandonar la Moncloa por una noche para pasarla en una de las viviendas "donde se vive un auténtico pavor".

NUEVOS AGENTES Respecto al despliegue policial específico para combatir la oleada de robos en casas, Zapatero dijo que serán 367 los guardias civiles nuevos que reforzarán las comandancias de Tarragona y Barcelona. Todos ellos son recién licenciados que pasarán un año en Catalunya realizando las prácticas. De ellos, 53 fueron enviados en abril, 264 lo harán este sábado en un acto al que acudirá el ministro Rubalcaba y los 50 restante se incorporarán en julio.

Un portavoz de la Guardia Civil precisó ayer que, además, otros 500 agentes del instituto armado se incorporarán a Catalunya en dos semanas dentro de un concurso de nuevos destinos para cubrir bajas. De ellos, 326 estarán en Barcelona y 174 en Tarragona.

RESPUESTA CIUDADANA La ola de robos en municipios rurales ha hecho reaccionar a ayuntamientos y vecinos que, en algunos casos, han optado por sistemas de autoprotección ante la escasa o nula presencia de la Guardia Civil y los mossos, informa Ferrán Gerhard.

Así en Ulldemolins (Priorat) desde la semana pasada tres o cuatro vecinos patrullan por las calles desde las diez de la noche hasta las cuatro. Así lo hicieron hasta el lunes en que una dotación de los Mossos d´Esquadra controló los accesos al pueblo, por lo que "decidimos irnos a dormir", dijo un voluntario.