El Gobierno se dispone a prorrogar la rebaja de la velocidad en las autopistas y autovías. El Consejo de Ministros aprobará este viernes seguir circulando a 110 kilómetros por hora durante todo el verano por la red de carreteras en vez de los habituales 120. El motivo que lleva al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero a tomar esta decisión es el ahorro energético y no tanto la seguridad vial. No obstante, el transporte público recuperará el precio original (un 5% más) que tenía antes del plan aprobado en febrero.

En marzo y en abril la demanda de gasolina y gasóleo cayó. El consumo de menos combustible ha reducido la factura importadora y continuar con ese descenso es uno de los objetivos del Gobierno. Esa será la principal razón que esgrimirá el vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, para justificar la prolongación más allá del 30 de junio, es decir, del jueves de la semana que viene. En las últimas semanas, todos los responsables gubernamentales a los que se les ha preguntado sobre los 110 kilómetros por hora han avalado con mayor o menor convicción que no se volviese a los 120 por lo menos durante unos meses más.

INFORMES DE ULTIMA HORA Secretarías generales y altos cargos de dos ministerios confirmaron ayer a EL PERIODICO que la decisión está tomada.

Salvo que se cambie de idea en el último momento porque Rodríguez Zapatero o Rubalcaba consideren inasumible el desgaste político de continuar con los 110, una medida que ha cosechado numerosas críticas por su dudosa efectividad. Pero las loas al enorme ahorro de combustible, que ayer reiteró el propio ministro del Interior y el de Industria, Miguel Sebastián, hacen pensar que no habrá vuelta atrás.

Sin embargo, ayer mismo todavía se mantenían reuniones y se solicitaban informes a los organismos implicados de la Dirección General de Tráfico, el Ministerio de Industria o las distintas secretarias de Estado del Ministerio de Fomento.

Entre esos documentos estaban razones a favor y otras en contra de proseguir con los 110 kilómetros por hora. Pero la que decantará la balanza será la del precio del barril de petróleo.

Al contrario de lo que se supuso en un primer momento, la reducción de la velocidad no ha supuesto problemas excesivos para los conductores.

Excepto los primeros días de aclimatación, las autoridades de Tráfico han constatado que se ha respetado el nuevo límite. De hecho, en los cuatro meses en los que se ha aplicado, han bajado los expedientes sancionadores: no ha habido más multas, con lo que la sospecha de la voluntad recaudadora se ha desvanecido.

Otro caso aparte han sido los accidentes mortales. Vista la controvertida experiencia en Barcelona del Govern tripartito de vincular el descenso de los accidentes a la rebaja de la velocidad en la zona a 80, los responsables de Tráfico, y por extensión del Ministerio de Interior, abogaron desde el primer momento por desligar uno y otro tema. Es decir, que si además de ahorrar en combustible se reducía la cifra de muertes y heridos en la carretera, mejor. Y eso es lo que ha ocurrido en el global de las carreteras españolas, lo que se ha calificado como un efecto colateral positivo.

Donde no habrá moratoria será en el precio rebajado de los billetes de Cercanías y Media Distancia. El decreto por el que se descontaba el 5% del importe a partir del 1 de abril y hasta el 30 de junio no se prorrogará.

El objetivo de esta medida era que los ciudadanos dejaran el vehículo privado en casa y así contribuyeran al ahorro de combustible. Los datos de Renfe, principalmente en Catalunya pero también en el resto de núcleos de Cercanías donde se ha aplicado, revelan que ha aumentado el volumen de pasajeros. Pero el 1 de julio sus títulos de transporte volverán al precio que tenían.