Las autoridades portuguesas están preocupadas con la bajada del precio del tabaco que podría provocar más contrabando. En el 2005, el mercado ilegal ya supuso para Portugal unas pérdidas de 90 millones de euros

La Confederación de Estanqueros francesa también ha protestado porque sus asociados próximos a la frontera perderán clientes que preferirán comprar en España.