De vuelta de vacaciones. Se acabaron los románticos baños en Ibiza y las exóticas noches en Marraquech, pero el romance entre Eugenia Martínez de Irujo y Gonzalo Miró sigue. De vuelta en Madrid (ambos en la foto, el lunes), la pareja ha retomado sus actividades sin separarse ni un segundo. Ya se ha podido ver a Gonzalo entrando y saliendo del palacio de Liria, residencia madrileña de los Alba, y a ambos entrando en la casa de él.

La última vez que se les había visto juntos, Eugenia y Gonzalo paseaban por Marruecos, país al que ella viaja siempre que puede. Antes, los dos habían pasado unos románticos días en Ibiza, donde se les cazó en pleno chapuzón romántico en el mar.

Ahora que ambos han vuelto a Madrid, intentan aprovechar al máximo las últimas semanas que les quedan juntos, ya que, si no hay cambio de planes, Gonzalo tiene previsto marcharse a final de mes a vivir a Nueva York, a estudiar un curso de cine.

Por ese motivo, el joven quiere vender su casa de Madrid, heredada de su madre. De hecho, el lunes la pareja acudió al despacho de los abogados madrileños Garrigues, donde estuvieron varias horas. No se sabe si el objetivo de la visita eran las transacciones inmobiliarias del joven Miró o el divorcio de Eugenia, ya que parece que su ex, Fran Rivera, a la vista de las últimas novedades, ha empezado a tramitar los papeles de la separación. De ser cierto, la noticia no será muy del agrado de la duquesa de Alba, que siempre ha manifestado su confianza en una reconciliación entre su hija y Rivera. De hecho, Cayetana no ve con buenos ojos la nueva relación de su hija, 12 años mayor que Miró.

Y aunque la pareja ha decidido dejar de esconderse de las cámaras, lo que sí ha hecho Gonzalo es difundir un comunicado en el que pide respeto a la memoria de su madre, Pilar Miró. El bombazo de Eugenia ha despertado un tema dormido, desde que la fallecida cineasta dijera que nunca daría el nombre del padre de su hijo. Un programa difundió las iniciales del posible padre, lo cual fue la gota que colmó el vaso. Hablar de amor tiene un pase, pero que dejen a la familia en paz.