Apple anunció ayer que suspende las grabaciones aleatorias de su asistente de voz Siri destinadas a mejorar el funcionamiento del sistema de inteligencia artificial. El movimiento estratégico llega después de que el jueves Google también anunciara la suspensión de las grabaciones que hacía su Google Assistant al menos durante tres meses por el primer veto europeo.

El organismo de protección de datos de Hamburgo anunció el jueves que prohibía a Google grabar las conversaciones de su Google Assistant y les abría una investigación después de varias denuncias de usuarios que vieron cómo el asistente de voz, que funciona en el teléfono móvil y en dispositivos de control del hogar grababa conversaciones privadas sin permiso.

Google, en el marco del procedimiento alemán, admitió que así era, y que lo hacían para mejorar el funcionamiento de su sistema de transcripción, pero se comprometió a paralizar estas acciones al menos durante tres meses desde el 1 de agosto, el tiempo que prescribía la Autoridad de Protección de Datos de Hamburgo para investigar si ha habido vulneración de la privacidad de los usuarios.

Apple se ha sumado también motu proprio a la paralización de las grabaciones para,«analizar el sistema en profundidad» y comprometerse a que el usuario «decida participar o no».