Los Reyes Magos visitaron Madrid cargados con sacos y sacos de billetes de todos los colores. El sorteo del Niño, celebrado ayer, dejó en la capital el gordo completo: 64 millones de euros (más de 10.600 millones de pesetas). El dinero --correspondiente al número 89.836-- aterrizó cerca del aeropuerto, en el bar Avenida 13, ubicado en el distrito de San Blas.

Los extremeños no fueron afortunados en el sorteo de la Lotería del Niño celebrado esta mañana ya que ninguno de los premios importantes fue vendido en la región.

El segundo premio --con el número 44.801-- fue a parar a Oviedo. La administración 16 de la capital asturiana repartió 24 millones de euros (casi 4.000 millones de pesetas). Mientras, Segovia y Cataluña se tuvieron que conformar con las migajas de un sorteo que repartió en premios 560 millones de euros (más de 93.000 millones de pesetas).

UNICA AFORTUNADA

Como establece el guión del Niño, los chavales de San Ildefonso cantaron el gordo al final del sorteo, en torno a las 12.30 horas. Al revés que el año pasado --el primer premio recayó en ocho ciudades--, Madrid resultó la única afortunada. El décimo fue vendido en la administración del centro comercial Gran Vía de Hortaleza, cerca de la zona residencial de Arturo Soria. Pero no se quedó allí. El dueño del bar Avenida 13, a las afueras de Madrid, compró al lotero las 40 series del 89.836. Todos los décimos se vendieron en el bar, un modesto restaurante que cada día ofrece menús económicos a camioneros y trabajadores del polígono industrial.

Cientos de afortunados abarrotaron el bar Avenida 13 al enterarse del subidón de sus cuentas corrientes. El local se vino abajo cuando los parroquianos se vieron en la televisión. Marisol González, portadora de un décimo, 160.000 euros (más de 26.600.000 pesetas), no podía dejar de llorar mientras relataba su particular cuento de la lechera: "Me voy a quitar los kilos de más, me voy a comprar una casa más grande y un coche". Su versión confirmó que la lotería a veces acierta y recae en los más necesitados. "Yo estoy en paro, y mi marido, de baja porque ya le han dado dos infartos. Tenemos tres hijos. Esto es lo más grande que nos ha pasado nunca", exclamó.

En Oviedo los responsables de la administración 16 no vendieron todos los décimos del 44.801, sino que devolvieron 10 series. Aun así, el local repartió 24 millones de euros (4.000 millones de pesetas). La lotera, Esperanza Gallego prevé jubilarse en el 2004, y descorchó varias botellas de cava para celebrarlo.