"Es una chica normalita, como la mayoría de la gente, una persona sociable, muy sincera y clara". Así es, según su hermana Teresa, Laura Sevillano, la última concursante en entrar en la casa del programa de TV Gran Hermano en Guadalix de la Sierra. Laura, una administrativa de Trujillo de 27 años, es la tercera de cuatro hermanos. Su hermana Teresa opina que, debido a su sencillez, "va a conectar muy bien con el público y se van a identificar con ella muchas jóvenes". Además, tiene claro que su hermana, si sorprende en la televisión por algo, es porque "le cante las cuarenta a alguno porque no haga alguna actividad del hogar". Sobre su actuación en la casa, Teresa asegura que "no va a haber ni edredoning ni ningún desnudo".

De esta forma describían a EL PERIODICO EXTREMADURA su hermana Teresa y sus padres la forma de ser de esta gran hermana trujillana, todavía nerviosos por la gran repercusión que tiene este programa. A pesar de ello y de las posibles críticas, la familia tienen "una gran alegría, porque ya solo entrar en el programa es un premio", afirmó el padre sonriente.

Según los familiares, el pasado viernes se puso en contacto Tele 5 con Laura Sevillano para que acudiera al programa. Todo el fin de semana estuvo en Madrid, aislada de todo lo que pasaba en Gran Hermano y el domingo entró en la casa. Ocurrió tras una polémica televisiva debido a la fórmula de elección de este último concursante. Era por sorteo entre todos los que se presentaran en la noche del jueves en los estudios de Tele 5. Allí fue Laura, a quien le tocó el número 733. En el sorteo salió esta cifra, pero la presentadora del programa, Mercedes Mila, leyó mal el primer número y lo confundió con un 1. El 133 lo portaba la madrileña Romina, que inicialmente iba a entrar en la casa. Tele 5 se dio cuenta del error de Milá y se dispuso a buscar a la concursante 733. Tras localizar a Laura y comprobar que Romina "no pasaba las pruebas psicotécnicas" para acceder al concurso, según la versión oficial, la trujillana entró el domingo en la casa.

Sus familiares y amigos están trabajando ya para formar el club de fans, que tendrá la sede en el bar Ukelele de Trujillo. Esta iniciativa también tendrá representación en Madrid, Salamanca y Cáceres, entre otros sitios. Además, se tiene pensado abrir una página web de Laura Sevillano. "Incluso mi hemano ya está preparando camisetas", afirmó Teresa, quien apuntó que "la persona, grande o pequeña, que se quiera apuntar el club de fans, que se ponga en contacto con Yosu, gerente del Ukelele, quien será el encargado de tramitarlo y ver los foros y los chats". El novio de Laura, Israel, ya echa de menos a su amada. Y la madre de la gran hermana la despidió con un consejo antes de marcharse a Madrid: que no se te olvide que la casa está llena de cámaras.