La gran mancha de fuel procedente del Prestige ya no es tan grande y no está tan cerca de la costa. Los fuertes vientos han empujado el principal bloque --un conglomerado de placas de diverso tamaño-- hacia el norte y todo hace suponer que la misma trayectoria se mantendrá en los próximos días. El vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, indicó ayer que la mancha está localizada a 40 millas (74 kilómetros) del cabo Ortegal, al norte de Galicia, y añadió que "es importante, pero menor de lo que había al principio", por lo que hay "una cierta tranquilidad" en el Gobierno ante la nueva situación.

No están tan seguros en las cofradías del Cantábrico gallego, donde los marineros esperan "lo peor". Saben que las manchas están en el norte y que un cambio de viento puede hacerlas llegar a sus playas. Por eso tienen trajes y material de limpieza dispuestos por si la suerte falla. En Burela, el principal puerto de la zona, hay más de un centenar de pescadores en alerta y en Celeiro han hecho acopio de material.

El mal tiempo es uno de los motivos del pesimismo en el norte de Galicia. El oleaje podría ayudar al fuel a llegar a tierra y, además, impediría el trabajo de los buques anticontaminación y dificultaría las tareas de limpieza en tierra. Las condiciones meteorológicas empeorarán y es posible que soplen vientos de 100 kilómetros por hora en la fachada atlántica. Aun así, la dirección de los vientos hace que la mancha se mantenga lejos.

En tierra, 8.000 personas se afanaban en limpiar las playas más afectadas, sobre todo en la Costa de la Muerte. Como ejemplo de su esfuerzo, Rajoy precisó que ayer se retiraron 800 toneladas en Simprón, en el municipio de Carnota, una de las zonas más dañadas por las últimas mareas negras. En el sur, la situación es mejor y, según el vicepresidente, en Pontevedra ya hay "pocas playas afectadas".

ZONA DEL HUNDIMIENTO

En la zona del hundimiento, el Nautile continúa su trabajo. En una nueva inmersión, el batiscafo francés logró obturar una fuga más del Prestige, con lo que en total ya se han tapado cinco. Según indicó Mariano Rajoy, la técnica utilizada por este submarino funciona "razonablemente", por lo que permite mantener el plan del comité científico, que consiste en obstruir todas las grietas para que no salga fuel de los restos del petrolero. Según explicó, una vez logrado este objetivo, fijado para mediados de enero, el comité trabajará en una "solución definitiva". "Las cosas van bien, pero es difícil hacer predicciones", agregó.