Tomando la delantera en materia ambiental y sin esperar a acuerdos más globales, las ciudades de Madrid, París, México y Atenas han decidido prohibir a partir del año 2025 la circulación de los vehículos con motores diésel, uno de los principales causantes de la contaminación urbana por sus emisiones de óxidos de nitrógeno, así como impulsar diversas medidas para reducir también las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y otros gases responsables del cambio climático.

El acuerdo institucional, anunciado por los alcaldes de las cuatro capitales -Manuela Carmena, Anne Hidalgo, Miguel Ángel Mancera y Yorgos Kaminis-, se ha suscrito durante la celebración en la capital de mexicana de la 11a cumbre del C40 o Grupo de Liderazgo Climático, una asociación de grandes ciudades creada en el año 2005 y constituida actualmente por 85 miembros.

El gobierno municipal de Barcelona, que recientemente anunció un ambicioso paquete de medidas para rebajar la contaminación de la ciudad, se muestra partidaria de seguir en la misma senda que las cuatro capitales, aunque reconoce su deseo de lograr un pacto de todos los partidos.

«Ante el escepticismo mostrado por algunos jefes de Estado y la cobardía que paraliza a los demás, respondemos con la acción y siguiendo un método único que va a derribar muros y construir puentes», dijo la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, en su primer discurso tras ser elegida presidenta del C40.

Meses atrás, Madrid y especialmente París ya anunciaron su intención de eliminar los diésel en el 2020, cinco años antes, pero ahora el acuerdo se ha suscrito en un marco internacional. Una medida similar a la presentada en México, también con el horizonte del 2025, es la que prepara Holanda para todo el país. En Alemania, el ejecutivo anunció recientemente su deseo de que a partir del año que viene los coches diésel de más de dos años, anteriores al dieselgate, no entren en los núcleos urbanos, incluidos los vecinos. En Londres, el nuevo alcalde, Sadiq Aman Kahn, quiere aumentar el coste del peaje que pagan los diésel para acceder al centro de la ciudad. Y en Noruega, quizá el caso más extremo, y más tratándose de un país exportador de petróleo, el Gobierno quiere prohibir las ventas de todos los coches propulsados con motores diésel y también de gasolina a partir del 2025.

TRES MILLONES DE MUERTES / «La contaminación del aire exterior es responsable de la muerte anual de tres millones de personas», proclaman los alcaldes en el acuerdo de México, citando las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). «Pensemos en el futuro de nuestros niños, nuestros padres, nuestros vecinos», añaden. Las ciudades son, además, responsables de un tercio de las emisiones de CO2 a través del transporte, las infraestructuras o el sector doméstico.

«Los representantes municipales --subrayó durante el encuentro Hidalgo-- nos hemos desmarcado para ratificar que el cambio climático es uno de los mayores desafíos a los que nos enfrentamos». «Hoy alzamos la voz --añadió la alcaldesa-- para anunciar que no seguiremos tolerando la contaminación atmosférica y los problemas de salud y muertes que provoca, especialmente entre nuestros ciudadanos más vulnerables. Los grandes problemas requieren grandes acciones para hacerles frente».

Los alcaldes también anunciaron que incentivarán «financieramente», sin especificar más, la sustitución de los vehículos más contaminantes por eléctricos, de hidrógeno e híbridos y pidieron la colaboración del sector.