La organización ecologista Greenpeace ha afirmado hoy, en un comunicado, que el atún rojo del océano Atlántico oriental y del mar Mediterráneo está más cerca de la extinción, por lo que su pesca debería haberse prohibido este año.

Greenpeace ha reaccionado así a la decisión de la Comisión Europea (CE) de cerrar anticipadamente, a partir de esta medianoche, la temporada de pesca del atún rojo para la modalidad de cerco (la más industrial), lo que afecta a seis barcos españoles.

Asimismo, ha señalado que la decisión de la CE se produce después de que Francia haya fracasado a la hora de hacer volver a su flota, pues en España los barcos afectados ya se han retirado.

"El atún rojo está al borde de la extinción y la pesca no tenía que haberse permitido este año, es otro ejemplo de cómo los políticos estropean nuestros océanos y mares", afirmó el activista de Greenpeace Oliver Knowles, que participó en una expedición del buque Rainbow Warrior al Mediterráneo, para impedir la captura de esa especie.

"Los científicos han demostrado que la única cuota apropiada para el atún rojo es cero", según la organización ecologista.

Según esta organización, los barcos de cerco son los más "insostenibles" desde el punto de vista ambiental y el cierre de la pesquería se tenía que haber producido antes.

Por otra parte, ha denunciado que la "masacre" del atún sigue porque los pescadores continúen faenando en buques de bandera de un país no europeo ó porque cuando acabe la campaña para la flota de la UE seguirán en los caladeros los buques de Turquía y de Libia.

Asimismo, Greenpeace ha denunciado que un activista tuvo que ser hospitalizado tras un enfrentamiento con un pescador francés, dentro de las acciones para impedir la captura de atún.

"Un 80% del atún rojo se ha extraído ya de todos los caladeros mundiales y la especie podría desaparecer si no para la pesca inmediatamente", según el comunicado.