Greenpeace ha decidido pasar de la acción sorpresa a lomos de una lancha a la menos arriesgada efectividad del Photoshop. La organización ha editado un libro de fotografías titulado Photoclima con el que pretende "crear alarma" sobre los efectos devastadores que el cambio climático podría producir en España. Se trata de mostrar, a través del fotomontaje, cómo podrían quedar dentro de unas décadas seis lugares emblemáticos del país si no se toman medidas para reducir las emisiones de gases contaminantes.

Apoyado en la consabida fórmula del antes y después utilizada por las clínicas de adelgazamiento, el libro graba en la retina del lector imágenes sobrecogedoras como el río Ebro convertido en un simple arroyuelo y la Manga del Mar Menor sumergida parcialmente por las aguas. Aunque para fijar estos escenarios se han tenido en cuenta las predicciones del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de la ONU, el trabajo de Greenpeace no ha querido ceñirse al "rigor científico", sino al "divulgativo", como advirtió ayer el director de la organización en España, Juan López de Uralde. "Queremos crear alarma y que esta sirva para llevarnos a la acción", dijo.

Uralde lamentó que en las últimas semanas se haya hablado del cambio climático con "demasiada frivolidad" y sobre "aspectos marginales", como "la trayectoria de Al Gore". "Toda esta frivolidad lo que está empañando es la falta de acción política", dijo antes de cargar contra los dirigentes del país. "Vivimos la paradoja de que mientras el PP parece no tomarse en serio la cuestión, el Gobierno, con simples declaraciones de intenciones, parece como si estuviera haciendo cosas. Entre los discursos y la acción hay un abismo", señaló.