La gripe aviaria ha llegado al Reino Unido. El departamento de Medio Ambiente, Pesca y Alimentación británico anunció anoche la muerte de un loro que se hallaba en cuarentena. Las autoridades confirmaron que la cepa del virus encontrado en el ave era H5, pero aún desconocían si se trataba de su variante más letal, la H5N1.

El loro había sido importado de América Latina y había llegado a Gran Bretaña el 16 de septiembre. El animal enfermo formaba parte de una partida de 148 loros y pájaros. La jefa de los equipos veterinarios del Reino Unido, Debby Reynolds, recalcó que la confirmación del caso "no afecta al estatus del Reino Unido como país libre de la enfermedad, ya que el virus ha sido identificado en pájaros importados durante la cuarentena".

Se trata del primer caso que en el Reino Unido y, según Reynolds, muestra "la importancia del sistema de cuarentena" que rige para la entrada de animales. "Hemos tenido incidentes similares en los que la enfermedad ha sido descubierta, pero se ha logrado erradicar con éxito gracias a la cuarentena", dijo.

Los países de la UE importaron en el 2003 unos 100.000 psitácidos --la familia de loros, cotorras y cacatúas-- para ser comercializados como mascotas exóticas, según fuentes comunitarias. La mayoría procedía de Asia, sobre todo India, Pakistán, Tailandia, China e Indonesia.

Casi a la misma hora que Londres notificó la muerte de un ave, el Gobierno croata confirmó que los 12 cisnes muertos cuyos tejidos estaban siendo analizados por el Instituto Veterinario de Zagreb tenían el virus de la gripe aviaria, aunque no precisó si era la variante más letal. También ayer, el Ministerio de Agricultura rumano informó de un nuevo caso sospechoso en Moldavia, una garza real muerta.