La gripe aviaria dio ayer otro paso hacia la Unión Europea, alarmada ante el avance del virus. Una adolescente de 15 años, Fatma Kocyigit, es la segunda víctima en Turquía, fuera de las fronteras asiáticas donde la mortal cepa H5N1 se ha cobrado la vida de más de 70 personas y ha forzado a sacrificar a millones de aves.

Fatma es la hermana de la primera víctima confirmada, Muhammed Alí, de 14 años, que habitan en una zona muy pobre ubicada en la frontera con Armenia. Otros cuatro miembros de la familia están siendo tratados en un hospital de Dogubeyazit, bajo la sospecha de haber sido contagiados por el mal.

ANALISIS EN GRAN BRETAÑA El ministro turco de Sanidad, Recep Akdag, confirmó que la familia había convivido y consumido pollos infectados sacrificados hace dos semanas. "Tenían fiebre, tosían y sangraban por la boca", relató el director del centro sanitario donde permanecen ingresados.

Guenael Rodier, consejero especial de la OMS con sede en Copenhague, manifestó que las pruebas de los fallecidos han sido analizadas por dos laboratorios de Turquía y resultaron positivas de la cepa H5N1. "Es improbable que estemos ante falsos positivos, ya que es un virus muy específico", aseguró Rodier. No obstante, las muestras están camino del laboratorio británico de Weybridge, donde se revisarán los resultados.

Los expertos de la UE tratarán de comparar el virus con el de los pájaros que enfermaron en Turquía hace dos semanas y llevó a las autoridades a decretar una cuarentena en la ciudad de Aralik y a sacrificar todas las aves de corral.

El primer brote de H5N1 se detectó en octubre en una granja turca de la localidad de Kiziksa, en el oeste de Turquía, pero el 9 de diciembre las autoridades de la región informaron de que estaba totalmente controlado tras el sacrificio de unas 10.000 aves. Se sospecha que el virus tiene su origen en las aves migratorias procedentes de Rusia.