La estructura asistencial de la sanidad pública funcionará a pleno rendimiento durante todo el verano en previsión de que la epidemia de gripe A mantenga su actual goteo incesante de casos, y para afrontar un eventual empeoramiento de la situación. Es la primera vez en la historia reciente de la sanidad española que el personal y los máximos responsables del sistema no hacen vacaciones en época estival, y lo más sorprendente es que esto suceda por una gripe, infección típica del invierno. La cifra de españoles infectados se acerca al millar.

La ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, enumeró las reuniones que forman el Plan de Trabajo del Verano, que implicará a todas las autonomías y mantendrá en alerta a médicos y científicos. También reiteró Jiménez la intención del Gobierno español de conseguir dosis de la futura vacuna para un 40% de las personas que se incluyan en los grupos de máximo riesgo de contraer la gripe A. Dicha vacuna, que en la actualidad elaboran los laboratorios Novartis y Glaxo SmithKline, se encuentra en fase preclínica y, según han anunciado los responsables sanitarios de la UE, no estará en ningún país europeo antes de diciembre. Se desconoce cuándo llegará a España.

Tampoco están definidos los grupos de riesgo que serán los principales candidatos a recibir dicha vacuna, un dato fundamental, en especial si se tiene en cuenta que, como recordó ayer la ministra de Sanidad, menos de la mitad de los miembros de esos colectivos tendrán acceso al fármaco preventivo. En paralelo, el Gobierno comprará tres millones de dosis de antivirales, un fármaco considerado de escasa eficacia y elevada toxicidad que se ha dejado de administrar desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la situación de pandemia gripal.

Los virus de la gripe se alojan en el interior de las células humanas y no existe tratamiento en su contra. De ahí que cada año se opte por vacunar a la población. La acción de los antivirales consiste en suprimir las células infectadas, una eliminación que necesariamente incluye también a las células no infectadas. De ahí su elevada toxicidad.

La actividad hasta otoño será constante. La ministra de Sanidad ha convocado para el 22 de julio a los consejeros de salud de las autonomías para evaluar el estado de los enfermos y su perfil. La Comisión de Salud Pública del Sistema Nacional de Salud se reunirá cada 10 días hasta septiembre, a partir del 13 de julio. El Comité Ejecutivo Nacional para la prevención, el control y el seguimiento de la epidemia vírica celebrará un encuentro el 14 de agosto para planificar las acciones que se desarrollarán en otoño. Para entonces, prevén, se dispondrá de muchos más datos sobre la nueva gripe.

Tanto el enfermo que falleció el jueves en Las Palmas como la mayoría de los pacientes españoles que están más graves son personas jóvenes o de mediana edad, un perfil que no coincide con el de las personas tradicionalmente más afectadas por las gripes.