El hallazgo de cuervos muertos con el virus de la gripe aviar ha disparado las alarmas en Japón por temor a su expansión, en el día en que dos granjeros han aparecido ahorcados tras informar tarde sobre la epidemia que ha devastado su explotación.

Las autoridades de Kioto confirmaron ayer que dos cuervos encontrados muertos la semana pasada estaban infectados con la peligrosa cepa del virus H5 de la llamada gripe del pollo .

Se trata del primer caso descubierto de aves silvestres portadoras de la enfermedad, por lo que se teme que la epidemia pueda volverse incontrolable.

Asimismo, según los expertos, no se conoce en el mundo un precedente de contagio de cuervos, precisamente todo un problema para las autoridades de Kioto que tienen incluso en marcha un programa para su extermino por su elevado número.

El Ministerio de Agricultura sopesa la posibilidad de que los cuervos hayan contraído la enfermedad tras alimentarse en la granja Asada Funai, donde la epidemia ha exterminado a decenas de miles de pollos en los últimos días, y no al contrario.

Las autoridades de Kioto estudian ahora ampliar el área de seguridad, un radio de 30 kilómetros alrededor de Tamba, donde la venta de pollos y de huevos lleva prohibida desde que se descubrió el primer caso.

DOS SUICIDIOS El dueño de la explotación de pollos donde se registró dicho brote y su esposa aparecieron ayer ahorcados en un árbol, en lo que la policía considera un caso de suicidio.

Sobre el propietario de la granja Asada Funai, Hajimu Asada, de 67 años, pesaba una fuerte controversia por la tardanza con la que informó sobre la extraña muerte de miles de pollos en sus instalaciones.

"Ya hemos causado muchas molestias", ponía en una nota que la policía halló en la mesa del comedor del domicilio de la pareja. La carne de las aves, así como los huevos de su granja, fueron distribuidos a 23 provincias, incluso después de saberse que tenían la gripe aviar.