El protocolo sanitario que los ministerios de Fomento y Sanidad activaron ayer en tres aeropuertos españoles --Madrid, Málaga y Barcelona-- para detectar a eventuales viajeros que lleguen infectados por el virus gripal A/H1N1 ha resultado ser, de momento, un exagerado, aparatoso e ineficaz método de complicar el control del brote sanitario, en opinión de destacados epidemiólogos. Los tres casos que ayer hicieron saltar las alarmas --dos en Barajas (Madrid) y uno en El Prat (Barcelona)-- afectaron a viajeros que sufrían malestares tan lejanos a la gripe como un infarto, una faringitis y una infección gastrointestinal.

La aeronave donde viajaba la niña de 18 meses que sufría faringitis incluso fue fumigada tras la evacuación de la pequeña y del resto del pasaje. Venía de México. En las pistas del aeropuerto de Barcelona, el avión fue retenido casi dos horas con 300 personas a bordo tras evacuar al pasajero con problemas intestinales, un norteamericano que procedía de Nueva York y que fue trasladado a un hospital.

"Es una sobreactuación totalmente fuera de lugar, que complicará el tránsito aéreo y la vida de los pasajeros --indicaron los especialistas --. Es muy habitual que quien regresa de un vuelo transoceánico se sienta mal, porque ha cambiado sus horas de sueño, descanso y digestión".

Los ministerios implicados y la Conselleria de Salut omitieron defender o justificar la medida, que en los próximos días puede llegar a complicar sensiblemente la actividad de dichos aeropuertos. Durante el viaje, la madre de la niña de 18 meses explicó a las auxiliares de vuelo que la pequeña tenía placas de pus en la garganta, un detalle que los miembros de la tripulación transmitieron de inmediato a los médicos de Sanidad Exterior, destacados en el aeropuerto, que, cumpliendo el protocolo, evacuaron a la menor en cuanto el avión tomó tierra.

Esta desmedida movilización se repitió ante la llamada del comandante de un vuelo que hacía la ruta Málaga-Copenhague, de la compañía danesa Cimbre Air. Cuando sobrevolaba Madrid, el piloto solicitó un aterrizaje de emergencia en Barajas porque el personal de cabina acababa de detectar que un pasajero estaba enfermo. Por fortuna para él, ese aterrizaje imprevisto tal vez le salvó la vida, ya que el sudor y el ahogo que sufría eran manifestaciones de un inminente infarto.

También el aeródromo de Son Sant Joan, en Palma, dispondrá desde hoy de un dispositivo susceptible de aislar a los pasajeros de vuelos internacionales que a su llegada muestren síntomas gripales. Personal de Cruz Roja se desplazará a los aeropuertos de las islas receptores de turismo: Menorca e Ibiza.

Los compañeros de vuelo de los viajeros que aterricen enfermos en España pasarán una revisión médica y aquellas personas que hayan volado en los asientos más próximos al supuesto infectado recibirán además un tratamiento antiviral. Este dispositivo, acompañado de la distribución de mascarillas mientras el avión no tome tierra, ya se aplicó ayer a los viajeros de los tres vuelos retenidos, lo que molestó a más de un pasajero.

El protocolo aeroportuario podría incrementar, a juicio de los expertos, la percepción de que España tiene más problema vírico que otros países del entorno europeo que apenas informan de la evolución del proceso. Si continúan surgiendo aviones con supuestos enfermos, que aterrizan en los principales del país, se puede extender la sensación de que España se encuentra realmente más amenazada que el resto por el nuevo virus, cosa totalmente incierta, aseguran.