Los informes del IPCC, el grupo de la ONU sobre cambio climático, serán revisados por un grupo independiente de especialistas para intentar devolver la confianza a la opinión pública tras los escándalos de fraude, según anunciaron ayer en Nueva York los responsables de ambas organizaciones. La investigación será encargada al InterAcademy Council (IAC), una asociación formada por academias de Ciencia de una docena de países.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, acompañado por el presidente del IPCC, Rajendra Pachauri, reconoció ayer que en el último informe del IPCC había errores, aunque insistió en que eran "un número muy pequeño". "Que quede claro --subrayó--. Nada de lo que recientemente han aireado los medios de comunicación altera el consenso científico fundamental sobre el cambio climático".

Los cuatro informes elaborados por el IPCC no son simples análisis sobre la evolución del calentamiento global, sino que son la base científica que emplea la comunidad internacional para decidir, por ejemplo, qué cantidad de CO2 es necesario dejar de emitir. El último informe, publicado en el 2007, incluye información de 10.000 artículos científicos. Su importancia es capital desde un punto de vista ambiental y económico.

El escándalo del climategate surgió en otoño al difundirse por internet unos correos privados de unos científicos de la Universidad de East Anglia, uno de los centros líderes dentro del IPCC, en los que supuestamente admitían haber maquillado algunos datos. Luego, en enero, el propio IPCC reconoció que su cuarto informe había exagerado el ritmo de la fusión de los glaciares del Himalaya: no desaparecerían por completo en el 2035, como subrayaba el texto, sino en el 2350.

Ban dijo que el IAC llevará a cabo la revisión "con total independencia de la ONU" y presentará sus resultados en agosto. Ban asumió que la forma de redactar el IPCC podría mejorar para intentar evitar errores: "Tenemos que garantizar la plena transparencia, exactitud y objetividad", concluyó.