La banda sonora mental de su crucero tenía que ser algo así como ‘Vacaciones en el mar’, pero al final fue una especie de ‘Infierno azul’. Decenas de pasajeros de un total de 900 han denunciado a la compañía Pullmantur por haberles embarcado, el pasado 12 de noviembre en Barcelona, en la nave Sovereing para un crucero de nueve días por el Mediterráneo a pesar de estar en obras, con tiendas cerradas, sin casino, sin hospital ni spa y con operarios en plena acción, cambiando moquetas o soldando y con un fuerte olor a disolvente y a pintura durante todo el viaje.

Estas son algunas de las muchas molestias que denuncian los pasajeros agrupados en la plataforma Estafa obras cruceros Pullmantur que ha abierto una página en la red social Facebook. Los afectados se han organizado para llevar el caso a juicio y ya se ha preparado una denuncia colectiva de 300 pasajeros desde Palma de Mallorca. Entre los distintos despachos de abogados que canalizan las quejas figura el de Quirós Garrido en Reus (Baix Camp), que también prepara una demanda de varios afectados.

PESADILLA EN EL MAR

Los pasajeros claman para que se les devuelva el dinero que pagaron por un crucero que se convirtió, según reflejan los testimonios en Facebook, en una “pesadilla”, con ruidos y molestias todo el viaje.

Uno de los afectados, del barrio tarraconense de Bonavista, ha relatado al ‘Diari de Tarragona’ que estaban tan indignados que se reunieron en la sala de fiestas y pidieron que compareciera el capitán para dar explicaciones, aunque finalmente no acudió con el argumento de que lo que estaban haciendo lo pasajeros era“un motín”. Incluso les amenazaron con llamar a la Armada si persistían en su actitud.

Fuentes de la compañía naviera han informado de que los letrados de ambas partes ya están en contacto para hallar una solución al conflicto y, en un comunicado, Pullmantur ha lamentado los hechos, señalando que “en ningún momento” se puso en riesgo la salud y la seguridad de los pasajeros. También ha mostrado la voluntad de compensarles las molestias.

JUSTIFICACIÓN DE LA EMPRESA

También sostienen que las obras solo afectaron al 5% de la superficie total del barco, aunque admiten que en uno de los accesos inferiores tuvieron que usar maquinaria especial pesada en una de las escalas, entre las nueve de la mañana y las cinco de la tarde, que causaba “ruidos molestos” que afectaron a los 400 pasajeros que ese día se quedaron a bordo.