Un grupo de espeleología y un helicóptero de la Guardia Civil se sumaron ayer a la búsqueda de la joven Sonia Carabantes Guzmán, de 17 años, desaparecida el pasado jueves en la localidad de Coín (Málaga) cuando regresaba a su domicilio desde la feria del pueblo. El alcalde del municipio, Gabriel Clavijo, aseguró ayer a este diario que se han rastreado 60 kilómetros cuadrados y que, por ahora, no se ha encontrado prueba concluyente sobre el caso.

La Guardia Civil intensificó ayer las labores de búsqueda en Coín y ha desplazado hasta la población malagueña a más agentes especializados. "Cada día que pasa es menor la esperanza de encontrar a Sonia viva", admitió el jefe de la Policía Municipal de Coín. "Estamos rastreando el terreno centímetro a centímetro, pero no hemos encontrado aún una pista fiable que permita determinar el paradero de la muchacha", agregó. Tampoco han dado resultado las pesquisas entre las amistades de la joven desaparecida. "Todo está en el aire", reconoció ayer Antonio Carabantes, hermano de Sonia.

En total, unas 1.000 personas, divididas en turnos, rastrean cada rincón de los 127 kilómetros cuadrados de suelo del municipio. Fuentes de la investigación explicaron ayer que aún no puede determinarse si los pantalones hallados el domingo a unos tres kilómetros del caso urbano de Coín pertenecían a la menor. Los vaqueros han sido remitidos a la Guardia Civil de Sevilla para su análisis.