La Guardia Civil ha tomado la primera iniciativa para frenar la cadena de suicidios que azota a este cuerpo durante los últimos años. El director general del instituto armado, Carlos Gómez Arruche, ha aprobado un plan que, entre otras cuestiones, prevé triplicar el número de psicólogos, crear un teléfono permanente de ayuda y potenciar la comunicación en el interior del cuerpo.

La tasa de suicidios en la Guardia Civil es casi cinco veces superior a la del resto de la población. Se producen 24 casos por cada 100.000 agentes, mientras que el Instituto Nacional de Estadística ofrece para el conjunto de los españoles una tasa de 5 por cada 100.000 habitantes.

Estos datos están contenidos en el estudio dirigido por el profesor de la Universidad Cardenal Herrera-CEU de Valencia, Miguel Angel Vidal, que se centró en los casos registrados en los últimos tres años: 24 en el 2002, 10 en el 2003 y otros 10 en lo que va de 2004. La investigación también abordó los 117 intentos frustrados protagonizados por miembros del cuerpo en los últimos cuatro años.

Las conclusiones del estudio no coinciden con el diagnóstico efectuado por los sindicatos de la Guardia Civil, que han atribuido la mayor parte de los casos a las condiciones laborales, pero lo que sí es una pauta común es su progresivo aislamiento y la incapacidad de afrontar situaciones de estrés, sea cual sea su origen.

El plan prevé pasar de los 42 a 115 psicólogos, mientras que el teléfono de ayuda funcionaría las 24 horas al día.