Agentes de la Guardia Civil empezaron a desalojar ayer la fiesta rave que se estaba celebrando desde Nochevieja en una fábrica abandonada de purines de Sant Mateu, en el interior de la provincia de Castellón. El desalojo se llevó a cabo «progresivamente y sin incidentes», según informó el instituto armado. Desde primeras horas de la mañana, los agentes de la Guardia Civil procedieron a cortar la música de la fiesta, paralizando así el evento y «sin ningún tipo de incidente al respecto», detalló la Benemérita en un comunicado.

La rave, que al parecer se inició en Nochevieja, congregaba el pasado viernes a más 400 jóvenes dentro de una fábrica de purines abandonada que se encuentra en terrenos propiedad de la Diputación de Castellón en Sant Mateu, según informó el diario Mediterráneo.

Un vecino que pasaba por la zona el día de Año Nuevo fue el que se percató de lo que estaba sucediendo a primera hora y dio parte a la Guardia Civil de lo que estaba pasando. El cuerpo armado estableció un dispositivo de control de los accesos. La alcaldesa de la localidad, Ana Besalduch detalló el viernes que no había indicios de que los jóvenes hubieran llegado a la nave industrial -que se construyó hace 15 años pero que nunca ha tenido uso- antes de la Nochevieja, ya que se trata de un lugar en una zona de olivos y este momento coincide con la campaña de recogida de aceituna, por lo que, de haber empezado antes de esa fecha, hubieran sido detectados.

En todo caso, la ubicación de estos eventos rave se conoce apenas 24 horas antes de comenzar y que se montan con gran celeridad por parte de la organización.

Besalduch agradeció la rápida actuación policial, que el mismo miércoles desplegó un operativo de control de accesos, lo que cortó la llegada de nuevos participantes.