Un cazador al acecho de su presa. Así afirmaba sentirse Tony Alexander King, único imputado en el asesinato de la joven de Mijas Rocío Wanninkhof, en los momentos previos a la agresión a varias chicas de la costa malagueña, según detallaron ayer ante el juez varios de los agentes de la Guardia Civil presentes en su primera declaración tras ser detenido. Aapuntaron no haber hallado vestigios "que indicasen necesariamente la participación de más personas" e incluso el imputado confesó su autoría en solitario "de una manera sincera y tranquila". La sesión se centró en esta declaración.