Discutió con sus vecinos, perdió el control y no encontró mejor forma de zanjar la pelea que disparando a destajo con una pistola. Un guardia civil retirado de 63 años mató ayer a una mujer e hirió a otras dos personas en un bar de Santa Olalla (Huelva), donde solía acudir a diario.

Los hechos ocurrieron alrededor de las diez de la mañana en el bar La Esquinita, al que el agente en reserva, Z.G.G., iba habitualmente a desayunar, momento en el que comenzó a discutir con las propietarias del bar.

Los disparos alcanzaron a la camarera del local, A.N.H., de 51 años, casada y con tres hijos, que murió en el mismo bar.

Su cuñada, dueña del establecimiento, también fue alcanzada por las balas, aunque no sufrió heridas de gravedad. F.T.R., de 46 años, fue trasladada en ambulancia al centro de salud del pueblo donde recibió la asistencia médica que precisaba.

El tercer herido, un hombre de 52 años identificado como C.G.R., recibió tres disparos que le afectaron diversos órganos vitales y ayer era operado. El guardia civil huyó, pero agentes del pueblo dieron con él pocos minutos después mientras caminaba por la N-630.