Lupito y Lupita contrajeron ayer matrimonio en medio de una gran expectación y con los nervios propios de quienes van a sellar este vínculo. La historia no pasaría de una boda más, si no fuera porque ambos son perros de la raza yorkshire y sus invitados eran animales de su misma especie, así como hámsters y otros compañeros del lugar.

Vestidos para la ocasión con trajes traídos expresamente desde Perú y acicalados hasta el último pelo, los contrayentes se dieron el sí quiero en una ceremonia celebrada en un chalet de la barriada de Nueva Ciudad en Mérida, y oficiada por Rafa, un amigo de la familia de los propietarios de los canes.

El marido , Lupito, tiene año y medio y su ya esposa, Lupita, ha cumplido un año hace escasas fechas, efemérides también celebrada convenientemente por sus dueños. Naturales de Sevilla y Madrid, la hija del propietario de los animales ha sido la impulsora de esta peculiar boda, que "dice que para que sean papás primero se tienen que casar", comenta Pepe Reixac, dueño de los perros, desde su casa emeritense, mientras recibía a los invitados al enlace.

Digna de las mejores familias, a la ceremonia no le faltaba de nada y, por supuesto, el menú estaba formado por los manjares más exquisitos para estos animales, además de una tarta preparada para la ocasión.

Sin embargo, la felicidad no podrá ser completa porque no se podrán ir de viaje de novios, ya que "no tienen dinero suficiente como para irse a Brasil" explica entre sonrisas el sorprendido propietario, que no esperaba que lo que le había dicho su hija fuera verdad.

Virgen al matrimonio

Además, y como se trata de una pareja de lo más tradicional, era conveniente la unión entre ambos lo antes posible porque "la perrita pronto entrará en celo y antes de que lo haga han preferido casarse". Por eso, Reixac dice creer que Lupita llega "virgen al matrimonio".

Tras los nervios del inicio de la ceremonia, todo salió a la perfección y los invitados, sobre todo los humanos, salieron bastantes contentos del convite. Ellos, ya convertidos en marido y mujer, esperan pasar el resto de sus días juntos, al lado de sus vástagos, ser felices y comer... friskies , dog chow y otros manjares.