Ayer, sábado, 8 de junio, se celebró el Día Mundial de los Océanos, una fecha que la ONU aprovecha para recordar que alrededor de 13 millones de toneladas de plástico se filtran en los océanos cada año. Eso provoca, entre otros daños, la muerte anual de unas 100.000 especies marinas. Con la declaración de esta jornada mundial, Naciones Unidas pretende fomentar una mayor concienciación sobre estos ecosistemas. Naciones Unidas indica que los océanos son los pulmones del planeta, ya que generan la mayoría del oxígeno que se respira. Además, constituyen una fuente importante de alimentos y medicinas y una parte esencial de la biosfera.

Los océanos cubren más de 70% de la superficie del globo, pero sólo un 1% de la superficie oceánica está protegida y contienen además el 96% de todo el agua de la Tierra, en tanto que el resto es agua dulce que se encuentra en forma de ríos, lagos y hielo. Y absorben anualmente cerca del 25% del CO2 que se agrega a la atmósfera debido a la actividad humana, reduciendo así el impacto de este gas con efecto de invernadero en el clima. De ahí que según las oenegés, es más necesario que nunca un tratado que proteja los océanos para frenar sus problemas.