La tabacalera estadounidense Phillips Morris, la misma que inició una guerra de precios el 26 de enero, decidió ayer que sus principales marcas recuperen el importe que tenían antes de las últimas rebajas. Desde ayer, el paquete de su marca estrella, Marlboro, vuelve a costar 2,75 euros (estaba en 2,35) y regresa al segmento alto de precios. Chesterfield recupera los 2,40 euros y L&M regresa a los 2,20. El grupo tabaquero hispano-francés Altadis anunció que mañana seguirá por la misma senda y subirá sus marcas Fortuna y Nobel hasta 2,20 euros y el Ducados rubio hasta 2 euros.

La marcha atrás se produce después de que, con el objetivo de avanzar en la lucha contra el tabaquismo, el Gobierno aprobase el pasado viernes cambios en la estructura del impuesto sobre el tabaco, con la introducción de un impuesto mínimo de 1,10 euros. Esta fiscalidad, aunque más baja que en toda la UE, dificulta la venta de tabaco por debajo de 1,65 euros y acota la venta de tabaco barato. Al impuesto mínimo hay que sumar el IVA y las comisiones de estanqueros y distribuidores, lo que obliga a las tabacaleras a elevar sus precios si no quieren seguir vendiendo con pérdidas.

La estadounidense también se despidió ayer del tabaco barato. Ha situado Next y Basic a un precio de dos euros y Elixyr, que fue la precursora de este producto de bajo precio en España hace más de un año y medio, costará unos 1,85 euros, frente a los 1,50 que tenía hasta ayer. Otra de las principales enseñas del bajo precio, Excite, de la firma alemana Von Eicken, cuesta desde ayer 1,75 euros, frente a los 1,50 anteriores. Los expertos prevén otra subida.