El príncipe Guillermo, que disfruta en el continente africano de un mes de vacaciones con algunos amigos, emuló la semana pasada a los cazadores masai y apresó a un cervatillo utilizando sólo una lanza.

Según publicaba ayer el Sunday Mail, parece que el príncipe ha recibido clases en el arte de cazar al acecho de un guerrero masai llamado Legui durante su visita a un poblado en Kenia. No se sabe si la nueva afición de Guillermo le habría hecho mucha gracia a su difunta madre, Diana de Gales, que siempre fue muy crítica con el hecho de que sus hijos practicaran la caza del zorro, a la que es muy aficionado el príncipe Carlos. Por su parte, el heredero de la corona británica hizo de juez en uno de los tradicionales juegos campestres que se celebran en el pueblo de Mey, en Caithness (Escocia). En la foto, aparece junto al duque de Rothesay.