El Papa recuerda la década de los 70 cuando el terrorismo fascista y de las Brigadas Rojas estaban en auge. Este tipo de violencia, apunta, "se ha atenuado de forma notable". Pero ha surgido otro: "Se han extendido por todo el mundo las redes del terror, que constituyen una amenaza constante para la vida de millones de inocentes. Tuvimos una confirmación en la destrucción de la Torres Gemelas, el atentado de la estación de Atocha de Madrid y en la masacre de Beslan en Osetia".