El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, ha ordenado al jefe del Estado Mayor de la Defensa que en todas las unidades militares se extremen "de un modo absoluto" todas las medidas de seguridad en las visitas que los civiles puedan hace a sus instalaciones, para excluir totalmente cualquier factor de riesgo.

Alonso hizo estas declaraciones a su llegada al Hospital Miguel Servet de Zaragoza para visitar a 6 de los 11 niños heridos, uno de ellos muy grave, en el accidente ocurrido por la mañana en el Regimiento de Pontoneros y Especialidades de Ingenieros Número 12 de Monzalbarba.

Un soldado de 19 años falleció y otros dos resultaron heridos leves en el accidente que se produjo al medio día durante una jornada de puertas abiertas, al volcar el vehículo blindado BMR en el que viajaban los niños en su visita al acuartelamiento.

Tras lamentar "profundamente, de todo corazón, el trágico accidente", el ministro afirmó que ha ordenado la apertura de una investigación interna para determinar las causas y todas las circunstancias que han concurrido en este suceso, de cuyo resultado se dará cuenta en su momento, así como de las decisiones que se puedan tomar a la vista de la investigación.

Se hará una investigación "rápida, certera, eficaz y rigurosa", afirmó Alonso, al tiempo que pidió actuar con ese rigor que está reclamando y "determinar perfectamente bien cuáles han sido los hechos" como primera medida, antes de hacer "ningún tipo de especulación que no llevaría a ningún sitio".

El ministro señaló que se ha puesto en contacto con la madre del soldado fallecido, que era uno de los ocupantes del vehículo siniestrado, y le ha transmitido sus condolencias y las de todo el equipo ministerial, que se ha puesto a su disposición para lo que necesite, explicó.

Ahora, dijo, "he querido venir a ver a los niños heridos y a los familiares para decirles algo que ya ha ordenado también, que se les presté ayuda y atención de todo tipo, de todo lo que puedan necesitar para que los niños se recuperen a todos los niveles". Estuvo acompañado del presidente del Gobierno de Aragón, el jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, Carlos Villar, y del delegado del Gobierno en Aragón, entre otros.

También visitó a los niños hospitalizados y a sus familiares el teniente general Francisco Boyero, inspector general y responsable de los acuartelamientos.

En los hospitales permanecían, al cierre de esta edición, en ingresados nueve de los once escolares heridos en el accidente, ya que dos de ellos han sido dados de alta en el Hospital Miguel Servet al producirse una mejoría en su estado.

Según fuentes del Departamento de Salud del Gobierno de Aragón, la niña que tiene un pronóstico más grave ha sido intervenida en el citado hospital, y está ingresada en la UCI.