Hacienda no ha comenzado una campaña específica para exigir a las familias que devuelvan las desgravaciones por las donaciones otorgadas a la escuela concertada desde el 2015, a pesar de que así lo afirmó ayer, en sede parlamentaria, el grupo de Ciudadanos. En la mayoría de los casos, esas llamadas donaciones están dirigidas a una fundación creada por el colegio pero son -en realidad- una cuota mensual. La legislación vigente afirma que eso es una contraprestación de servicios y, por lo tanto, no es deducible. La mayoría de las familias lo consignan bien en la declaración de la renta. Pero hay algunas que no. En esos casos, la Agencia Tributaria -desde hace años- revisa los datos y exige una declaración complementaria para que se devuelva esa deducción a las arcas públicas. «No se trata de una generalidad sino de actuaciones puntuales», explican fuentes de la Agencia Tributaria. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, añadió ayer que, efectivamente, «no se ha producido cambio de criterio».

La polémica ha nacido a raíz de una pregunta de Cs, en la que pedía explicaciones al Gobierno «por el cambio de criterio sobre las cuotas pagadas por los padres con hijos en colegios concertados». Juan Carlos Girauta, portavoz en el Congreso, acusó al Ejecutivo socialista de «utilizar los impuestos como algo ideológico». Mientras, su portavoz de Educación, Marta Martín, reprochó al Gobierno mantener un «ataque» a la escuela concertada y a las familias de clase media. Ante la acusación, la ministra de Educación, Isabel Celaá, se remitió a las explicaciones dadas por la titular de Hacienda.

Horas más tarde, Celaá afirmó que el cómputo total de las deducciones por donaciones en el IRPF que hacen los padres que llevan a sus hijos a los centros concertados superan los mil millones, aunque no especificó el periodo al que se refería.

El secretario general de Escuelas Católicas, José María Ávila, lanzó un mensaje de tranquilidad y calma a las familias. Tras considerar que la polémica es «muy exagerada», dejó claro que «no ha habido cambio de criterio de Hacienda». Ávila detalló que las cuotas que las familias pagan en la concertada no tienen nada que ver con las donaciones. Estas sí son deducibles si, efectivamente, se trata de un pago voluntario que no corresponde a ninguna contraprestación de servicios, añadió Ávila.

Lo cierto es que en la escuela concertada -sobre la ley- no existen las cuotas y ese tipo de donaciones son las que levantan las sospechas de Hacienda. La ley prohíbe a los colegios concertados -que reciben financiación pública por la escolarización- exigir a los padres una contribución mensual. Las escuelas lo que hacen es llamar a esas cuotas donaciones. Cuando, en realidad, no lo son (y tampoco deducibles en la declaración de la renta, como si se tratara de una aportación a cualquier oenegé). Otros colegios imputan ese pago a, por ejemplo, actividades como idiomas u otro tipo de talleres académicos.

DONACIONES «LIBRES» / Mientras, el presidente de la Confederación Católica de Padres de Alumnos (Concapa), Pedro Caballero, defendió la legalidad de las donaciones realizadas por algunos padres en colegios concertados y ha asegurado que ponerlas en cuestión «es una vuelta de tuerca a todo lo que huele a religión o a religioso», informó Europa Press. «Las donaciones están dentro de todo lo que marca la ley. Son donaciones libres, voluntarias y no obligadas», destacó Caballero tras recordar que «mientras se cumplan los requisitos de la ley de fundaciones y mecenazgo son totalmente legales y altruistas».

Recordar, finalmente, que en la declaración de la renta, las aportaciones a fundaciones y entidades sin ánimo de lucro -como las oenegés- cuentan con una desgravación del 75% en los 150 primeros euros y del 35% en los siguientes.