Un pirata informático español, con 18 años "cumplidos por los pelos", según la Guardia Civil, fue detenido el pasado viernes acusado nada más y nada menos que de haber accedido a los ordenadores del departamento de Defensa de Estados Unidos. En su acción, según denunció la Marina estadounidense, el joven comprometió gravemente el funcionamiento y la seguridad de un dique seco de mantenimiento de submarinos nucleares. El joven ha sido puesto a disposición judicial.

El ordenador al que accedió el hacker , vecino de Málaga, está ubicado en la base naval de Point Loma, en San Diego (California). La intrusión fue detectada por los servicios de la seguridad informática de la Armada estadounidense, que inmediatamente alertaron a su propio servicio de investigación criminal.

MEDIANTE LA EMBAJADA El rastro llevó a los agentes estadounidenses a un ordenador de España, por lo que el caso se remitió a los agentes de la unidad de ciberterrorismo de la Guardia Civil, que pusieron en marcha la denominada operación Navy. La denuncia, interpuesta a través de la embajada de Estados Unidos en España, ponía de manifiesto que el ataque "comprometía gravemente tanto el correcto funcionamiento como la seguridad" del complejo militar.

El detenido, cuya identidad no ha sido dada a conocer por los investigadores de la Guardia Civil, pertenecía a un grupo de hackers que ha realizado más de un centenar de ataques similares. Los daños causados por estos piratas a diversos sistemas informáticos de España y de otros países están valorados en más de 413.200 euros. Cuatro de ellos, uno menor de edad, han sido identificados. La Guardia Civil les tomó declaración en calidad de testigos y han sido puestos en libertad.

TALENTOS INFORMATICOS Según los especialistas de instituto armado en este tipo delitos, estos piratas son jóvenes talentos, estudiantes de ciencias exactas e ingenierías de informática y telecomunicaciones, "para los que estas acciones suponen una hazaña, nunca una fechoría".

Estos jóvenes suelen realizar sus actividades al principio como aficionados pero, con el tiempo, se organizan y realizan ataques organizados y estructurados para obtener información de organismos oficiales.

Por otra parte, la empresa de informática Sophos denunció ayer un nuevo fraude a través de internet, basado en un e-mail que simula ser un premio de Euromillones. Los expertos sostienen que el origen del correo electrónico es español.