Los bomberos de Nueva Zelanda se despidieron ayer tras semanas de trabajos en los incendios en Nueva Gales del Sur, una de las regiones más afectadas por los fuegos en Australia, realizando una 'haka' de reconocimiento a los esfuerzos realizados en la zona.

El equipo formado por 26 bomberos ejecutó el baile tradicional, vestidos con el uniforme, en honor a la ciudad que les ha acogido, Ballina. El alcalde de Richmond, Robert Mustow, fue invitado a asistir a la presentación y luego publicó en Facebook su agradecimiento al equipo por el trabajo desplegado.

A mediados de noviembre, los efectivos de Nueva Zelanda fueron trasladados a Australia para ayudar a sofocar los incendios que arrasan tanto esa zona como la vecina Queensland. Ballina, una de las muchas áreas afectadas por la emergencia, todavía está expuesta a la amenaza de un incendio que arde a 15 kilómetros.