Un grupo de paletas que hacían obras en una casa de la localidad de Poughkeepsie, a unos 100 kilómetros al norte de Nueva York, han descubierto el cadáver de una mujer desaparecida hace 28 años, según ha confirmado la policía. La mujer es JoAnn Nichols, una profesora de 55 años de la que no se tenían noticias desde 1985, cuando su marido, James Nichols, denunció su desaparición. Este, que aparece ahora como el principal sospechoso, falleció el pasado diciembre a la edad de 82 años.

Los forenses han podido determinar la identidad del cadáver a partir de análisis dentales. El cuerpo de JoAnn Nichols estaba envuelto en una sábana colocado en posición fetal dentro de una caja de plástico ubicada a su vez detras de una pared falsa en el sótano de su casa, según ha explicado Kari Reiber, forense del condado. La mujer tenía las manos atadas y presentaba un fuerte impacto en la cabeza. El hecho de que estuviera detrás de la pared explica que nadie percibiera el olor de la descomposición del cadáver, ha apuntado Reiber. La autopsia ha confirmado que Nichols murió de un golpe en la cabeza.

La desaparición de la mujer fue denunciada en diciembre de 1985 por su marido, James Nichols, que declaró a la policía que la última vez que vio a su esposa fue poco antes de salir hacia su trabajo en IBM. Los investigadores nunca le consideraron sospechoso, según ha admitido el capitán de la policía local Paul Lecomte.

Según los archivos del diario local, el Poughkeepsie Journal, Nichols dio su última clase el 20 de diciembre de 1985. Al día siguiente no acudió a la peluquería donde tenía una cita. La mujer tenía un hijo, que murió ahogado a los 25 años, tres años antes de la desaparición de la madre.