Un total de 64 inmigrantes, en su mayoría etíopes, fueron encontrados ayer muertos, presumiblemente asfixiados, en un contenedor de transporte interceptado en el centro de Mozambique y procedente del vecino Malaui.

En el camión viajaban 14 personas más que lograron sobrevivir, según confirmó una fuente local bajo condición de anonimato. A los supervivientes se les puso en cuarentena como medida obligatoria de control de la pandemia de coronavirus. Además, la autoridades manifestaron que serían sometidos a las pruebas pertinentes.

Las imágenes transmitidas por la televisión local Miramar mostraban una maraña de cuerpos sin vida apilados en un contenedor en un remolque.

La de Mozambique es una de las rutas favoritas para los migrantes, especialmente de Etiopía, que buscan llegar a Sudáfrica y a su principal megaciudad, Johannesburgo, con la esperanza de hallar trabajo.

«Los servicios de inmigración pararon en Moatize (en la provincia de Tete) un camión contenedor», informó a los periodistas la directora provincial de Salud, Carla Mosse.

La intercepción se hizo después de que el conductor, de mozambiqueña, se negase a parar en un control policial. Cuando los agentes de inmigración consiguieron detener el vehículo, escucharon ruido dentro del contenedor que transportaba y encontraron a 78 personas, de las cuales 64 ya estaban sin vida, según reveló Amélia Direito, funcionaria del Servicio Nacional de Migraciones en Tete.

El conductor, que se encuentra detenido, alegó que había aceptado realizar el traslado de 25 migrantes desde Malaui a la ciudad de Moatize, en Mozambique, a cambio de 415 euros.

De acuerdo con el diario local Notícias, el camionero se mostró sorprendido ante los agentes que le obligaron a detener el vehículo al observar el número tan elevado de personas que iba en el contenedor.

AL PAÍS MÁS INDUSTRIALIZADO / A pesar de que la mayoría de la migración desde el este y el Cuerno de África se realiza hacia la península Arábiga a través del mar Rojo, una buena parte de africanos atraviesan la parte este del continente rumbo a Sudáfrica, el país más industrializado de la zona. El viaje se lleva a cabo en situación de penuria máxima y los inmigrantes se enfrentan a detenciones masivas y otros delitos mayores.