Investigadores de la Universidad de Rennes y del ESRF, el gran sincrotrón europeo situado en Grenoble, han descubierto 356 minúsculos animales prehistóricos, pertenecientes a especies extintas, en unas piezas de ámbar que a primera vista parecían insustanciales, pero que no lo eran en absoluto.

Lo que sucedía era simplemente que el ámbar era opaco y no se podía apreciar nada en su interior. Sin embargo, empleando una novedosa técnica de observación basada en los rayos X, los científicos franceses descubrieron una miríada de insectos, artrópodos y otros extraños seres con una antigüedad estimada de 100 millones de años, en el Cretáceo Medio. Los animales quedaron atrapados por secreciones de resina de árboles que poblaron la actual región de Poitou-Charentes, en el suroeste de Francia, y que con el paso del tiempo fosilizaron hasta convertirse en hermosas piedras de ámbar.

El ámbar opaco ha sido siempre un desafío para los paleontólogos porque no permite visualizar en su interior ningún tipo de inclusión. Los paleontólogos Malvina Lak (Universidad de Rennes) y Paul Tafforeau (ESRF), junto al Museo Nacional de Historia Natural de París, analizaron el ámbar gracias a la luz del sincrotrón con una técnica denominada microrradiografía de contraste. "Este tipo de ámbar se ha intentado analizar durante muchos años, pero siempre con escaso éxito --explica Tafforeau a este diario--. Hemos abierto un gran abanico de posibilidades de estudio paleontológico". Los científicos examinaron 640 pequeñas piezas que pesaban en total unos dos kilos.